
Gilbert & Sullivan Ruddigore o la estirpe
maldita |
versión libre de Rubèn
Montañá y Toni Sans para la producción
de Egos Teatre |
Teatro Fernán
Gómez (Madrid, 25 de febrero de
2011) |
una crítica de Ignacio Jassa
Haro |
Cuando llega a su fin el duro e inacabable invierno la ciudad de
Madrid se ha quedado helada de espanto con un musical llegado desde Barcelona.
Y no es que la pieza representada sea espantosa; muy al contrario, es su
atractiva naturaleza terrorífica lo que llega al público con
increible inmediatez. En una ciudad abotargada por los musicales prefabricados
traídos de Broadway o del West End la llegada de propuestas como la de
Egos Teatre no sólo ha reconfortado a quienes gustan del teatro
musical en su más amplio sentido sino a un público
heterogéneo que llenando con mayor o menor grado de despiste la Sala Dos
del Teatro Fernán Gómez sale entusiasmado al final de cada
intensísima velada.
El
montaje que ahora tenemos la oportunidad de disfrutar en la plaza de
Colón fue estrenado en lengua catalana el año 2007 con un enorme
éxito de público y crítica, con galardones incluidos
-nosotros mismos nos desplazamos entonces hasta Barcelona para conocerlo en la
acogedora sala del Versus Teatre que lo vio nacer-. Rubèn
Montañá y Toni Sans adaptaron al catalán con
envidiable libertad el hilarante texto de William S. Gilbert mientras que
Francesc y Albert Mora hicieron lo propio con la música de Arthur
Sullivan, obteniendo como resultado una "versión libre" de
extraordinaria eficacia narrativa con un texto ágil, plagado de chistes
y situaciones cómicas de la mejor ley y en el que los muy cuidados
cantables (interpretados aquí con acompañamiento
pianístico) cumplen un papel prioritario a la hora de seguir la nada
desdeñable parte de esta historia que progresa con la música.
El pleno convencimiento de la calidad intrínseca de la obra
de partida y la ausencia de referencias del público destinatario
favorecieron esa libertad en la adaptación a la que he hecho
alusión, sin miedos a cambiar desenlaces o a introducir otro tipo de
referencias ajenas al original. No por ello se ha desvirtuado en ningún
momento el espíritu de texto y música originales y sí que
se ha encontrando sin embargo de ese modo un entronque poderoso con el
público actual. Además la reducción de escala
experimentada por una pieza en su origen pensada para una
compañía operística ha sido planteada también con
talento sin que se aprecien limitaciones al ser ahora interpretada tan
sólo por seis actores-cantantes ¿Cuándo podremos ver un
abordaje del repertorio de zarzuela con esa libertad, que a nuestro juicio es
sinónimo de aprecio y respeto hacia las obras de partida? ¿No se
dan cuenta algunos de que el pretendido rigor para con las obras del pasado
acaba petrificándolas peligrosamente?
Es indudable que el montaje que ahora recala en Madrid no surge de
la nada y es heredero de una tradición y un característico modo
de hacer las cosas en el teatro musical catalán que nombres muy
aplaudidos como Dagoll Dagom, Paco Mir, Lluïsa Cunillé y Xavier
Albertí o Mario Gas han paseado en repetidas ocasiones por nuestra
ciudad despertando nuestra envidia. Pero el joven y nutrido equipo creativo de
Egos Teatre no se limita a aplicar la equilibrada receta de los "musicales a la
catalana" (comerciales pero de calidad) más o menos conocida desde hace
varios lustros, sino que aporta a través de una cuidadísima
dramaturgia y un movimiento escénico muy estudiado una propuesta
espectacular singular, atractiva y muy, pero que muy, disfrutable. Los aspectos
artísticos no quedan tampoco desatendidos: caracterización,
iluminación, vestuario y escenografía son partes muy cuidadas
pero sobre todo integradas en una estética global del
espectáculo.
Las
direcciones de actores y musical tienen por su parte una frescura tal y
aprovechan de modo tan claro las formidables capacidades del reparto que
nuestros lectores entenderán las dificultades con que nos topamos a la
hora de destacar a algún intérprete sobre los demás.
Así si nos seduce la voluptuosa ingenuidad de Anna Alborch como
Rose, la cualidad maternal propia de una actriz de carácter de Lali
Camps cual Señora Hannah, la atractiva ambigüedad de
Rubèn Montañá como Sir Ruthven, la hilarante
extroversión de Albert Mora como Richard o el desquiciado desenfreno de
Toni Sans como Sir Roderic, no podemos en cualquier caso resistirnos a ponderar
la genialidad de Maria Santallusia en el rol menos definido de la pieza,
el de la loca Margaret, al que sabe dar un tono de adecuada contención
dentro del exceso casi surreal de todas las intervenciones actorales. La forma
de cantar de todos ellos (muy acertada la ausencia de impostación de la
voz), de moverse en escena y de declamar, teniendo un algo de convencional
logra por otro lado completar el retablo de maravillosos excesos de este
logrado montaje. El pianismo sin mácula, preciso a la par que expresivo,
de Francesc Mora, completa el cuadro de honor. Enhorabuena a todos. Tan
sólo ansiamos conocer qué nuevas propuestas de teatro musical
prepara para un futuro próximo esta creativa compañía
catalana. En Barcelona o en Madrid...
© Ignacio Jassa Haro 2011
Ruddigore o la
estirpe maldita. Traducción castellana de Ruddigore o la
nissaga maleïda, versión libre de Ruddigore or The Witch's
Curse (supernatural comic opera en dos actos con libro de W.S.
Gilbert y música de Arthur Sullivan). Adaptación catalana del
libro original inglés a cargo de Rubèn Montañá y
Toni Sans. Nuevos cantables en catalán de Rubèn
Montañá, Albert Mora, Toni Sans y Maria Santallusia.
Traducción del catalán al castellano de Anna Alborch,
Rubèn Montañá, Albert Mora, Toni Sans, Maria Santallusia y
Joan Maria Segura. Arreglos musicales de Francesc Mora y Albert
Mora.
Reparto y equipo artístico: Anna Alborch
(Rose Maybud); Lali Camps (Señora Hannah); Rubèn
Montañá (Sir Ruthven Murgatroyd); Albert Mora (Richard
Dauntless); Maria Santallusia (Margaret la loca); Toni Sans (Sir Roderic
Murgatroyd); Francesc Mora (pianista); Sonia Montañá
(caracterización y peluquería); David Bofarull
(iluminación); Joan Maria Segura Bernadas (dir. esc. y
coreografía); Francesc Mora y Albert Mora (dir. mus.)
Producción de EGOSproduccions |
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portada de zarzuela.net
27/III/2011 |