Primavera
lírica en Madrid Más allá de las grandes producciones del Teatro de la Zarzuela o de los Teatros del Canal que hemos seguido desde nuestro portal durante los meses primaverales, el género zarzuelístico ha contado con otras citas en Madrid que recogemos en esta crítica múltiple. De una parte el nombre de Jacinto Guerrero ha ocupado sorprendentemente en el sentido de que no celebramos ninguna efemérides ni conmemoración particular la cartelera por partida doble: por un lado con el espectáculo titulado Jacinto Guerrero, vida de zarzuela, que se ha podido ver en el Teatro Fernán-Gómez desde mediados de marzo hasta principios de mayo y por otra parte, con una gala titulada La noche de Jacinto Guerrero ofrecida en la Plaza Mayor, dentro de los festejos de San Isidro, en una única función la noche del pasado 14 de mayo. El auditorio de la Universidad Carlos III de Madrid (en Leganés) ha sido, además, el lugar donde se ha estrenado el último proyecto pedagógico del Teatro de la Zarzuela a partir de la zarzuela chica El paraíso de los niños. Jacinto Guerrero, vida de zarzuela estaba organizado por la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, y consistía en una apuesta didáctica sobre la vida del compositor toledano, salpicada de buenas dósis de humor, jugando con los entresijos, privados y públicos, que siempre se esconden en la preparación de cualquier hecho teatral. El aspecto escénico primaba sobre el musical, ya que los pocos fragmentos ofrecidos (a cargo de la soprano Sagrario Salamanca, la tarde en que asistimos) no se ofrecían completos, y en bastantes casos eran simplemente un esbozo o un apunte musical dentro de la trama argumental. El espectáculo partía de una idea original de Pedro Martínez (quien además de interpretar uno de los personajes, también se encargaba de la dirección escénica), mientras que la parte musical corría a cargo del pianista Elías Romero, que también acompañaba a la soprano en esos puntuales detalles musicales que hemos mencionado. En definitiva, un espectáculo agradable de ver pero sin mayores pretensiones, aunque hemos de dejar constancia de que el público lo pasó estupendamente y rió a mandíbula batiente. De mayor enjundia musical fue esa Noche de zarzuela montada, dentro de las festividades del Santo Patrón madrileño, a mayor gloria de Jacinto Guerrero. Como siempre ocurre cuando de estos menesteres se encarga Ópera Cómica de Madrid, con Francisco Matilla a la cabeza (y la colaboración de Fernando Poblete), el resultado fue proverbial en cuanto a imaginación, ritmo teatral, sentido del humor y capacidad de sacar gran partido a muy pocos medios. En un escenario vacío, montado al efecto en la Plaza Mayor, se sucedieron hasta veintidós números musicales con un fondo de pantalla sobre el que se iban proyectando imágenes alusivas bien a esos fragmentos o bien a la vida y milagros del homenajeado. Dentro de esa selección musical hubo de todo, desde la revista a la zarzuela, pasando por la canción o los pasodobles instrumentales, hasta llegar a una obra de concierto como es la danza mora Jhaía, compuesta por Guerrero en 1918. Quizás, y dadas las circunstancias festivas y el entorno al aire libre, hubiera sido preferible dedicarlo por completo a los números más lúdicos y desenvueltos, ya que los fragmentos más dramáticos incluídos en la selección parecían desentonar un poco en ese ambiente. La interpretación corrió a cargo de hasta dieciséis intérpretes que trabajaron haciendo alarde de solidaridad y de capacidades polifacéticas, ya que lo mismo actuaban de solistas en un número, como pasaban a hacer de coro o incluso de figurante en el siguiente que estaba a cargo de otro compañero. En el foso se contó en esta ocasión con la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, bajo la dirección de Rafael Sanz-Espert, que ofreció una magnífica prestación, además de aportar una muy particular sonoridad a este tipo de música. Lástima que un espectáculo tan conseguido sólo haya podido ser disfrutado una sola noche, por lo que deseamos fervientemente que vuelva a la vida cuanto antes. Por último, comentar la representación ofrecida, dentro de los programas pedagógicos del Teatro de la Zarzuela, de El paraíso de los niños, zarzuela fantástica-infantil en un acto y dos cuadros, en prosa y verso, con libro de Sinesio Delgado y Carlos Arniches, y música de Quinito Valverde. Se trata de una nueva producción preparada por el teatro de la calle de Jovellanos, en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid y el Centro de Tecnología del Espectáculo-INAEM. De hecho, las representaciones tuvieron lugar, durante el mes de abril, en el auditorio de la sede de dicha Universidad en Leganés. La obra en cuestión, estrenada en Apolo en 1904, apenas se mantuvo en el repertorio, y de hecho la partitura orquestal se ha perdido, por lo cual se ha encargado para la ocasión al maestro Miquel Ortega que hiciera una reconstrucción de la orquestación. La música no es gran cosa, pero sí de fácil y agradable escucha, con algunos momentos más destacables, como la preciosa serenata que canta el arrogante e insoportable Dandynet. El texto también ha sufrido una puesta al día, y de ello se han encargado Lorenzo Moncloa y Carlos Crooke [entrevistados a propósito de esta producción por Pedro Gómez Manzanares, Nota del Editor]. Como puede verse, por los nombres y organismos que conformaban el proyecto, todo auguraba un buen espectáculo, pero sin embargo, pese a las buenas intenciones y a la calidad de la labor de los encargados escénicos y también de los intérpretes vocales, la función quedó completamente descafeinada porque la parte orquestal fue reducida a la mínima expresión. No sólo la plantilla orquestal puesta en juego fue ridícula en cuanto a número de instrumentistas, sino que la amplificación que se llevó a cabo dadas las pésimas condiciones acústicas del auditorio, primó a los cantantes en detrimento absoluto de la orquesta, que apenas se escuchaba, quedando reducida a un murmullo de fondo. Una pena. Es de esperar que si, más adelante, se decide recuperar este espectáculo, se haga en las condiciones adecuadas, tanto en cuanto al espacio de la representación como a los elementos orquestales puestos a disposición. La inversión realizada y el buen trabajo del resto de los componentes al menos se lo merecen. © Antonio Díaz-Casanova 2014 Jacinto Guerrero,
vida de zarzuela. Teatro Fernán Gómez La noche de Jacinto
Guerrero. Plaza Mayor El paraíso
de los niños. Zarzuela fantástica infantil en un acto con
libro de Sinesio Delgado y Carlos Arniches y música de Joaquín
Valverde Sanjuán. Auditorio de la Universidad Carlos III de Madrid
(Campus de Leganés) Youtube - vídeo de "Jacinto Guerrero, vida de
zarzuela" 27/V/2014 |