 La generala
Libro Guillermo
Perrín and Miguel de Palacios Música Amadeo
Vives Madrid, Teatro de la
Zarzuela (8 de Marzo de 2008)
una crítica de Christopher Webber
Un affair del
corazón…
Los montajes de Sagi para el Teatro de la Zarzuela resultan
siempre una gozosa exhibición de graciosos y fluidos juegos planeados y
coreografiados –normalmente, como es el caso, por Nuria
Castejón– con ingenio, precisión y viveza. Hay algunos
momentos en que la forma puede con el fondo y al levantarse el telón en
el acto primero la presencia en el escenario de sillas blancas y mayordomos
saltarines nos crea una sensación momentánea de que esto ya lo
hemos visto antes. Pero, para nada es así. Emilio Sagi tiene un
affair amoroso con La generala. Ésta es su segunda
producción en cinco años (la primera la dirigió en Viena)
y su elegancia impecable no oculta el hecho de que ante todo se trata de un
asunto del corazón.
El éxito de este espectáculo proviene
nada más y nada menos que de mantener un equilibrio perfecto entre la
ligereza de la partitura de Vives, con sus resonancias británicas y sus
frivolidades de opereta, y esos momentos más escasos de profundo
sentimiento romántico, que se tornan rosas rojas en un florero de
cristal. ¡Y vaya rosas se nos ofrecieron! Si escuchamos esta obra en
cedé resulta difícil apreciar todas sus bellezas. Con qué
sutileza está estructurado, por ejemplo, el dúo del acto primero
entre el príncipe Pío y Berta o con qué delicadeza evoca
Vives los recuerdos del music hall parisino al ensombrecer su famosa
melodía con un bajo de “ chunda- chunda”. Toques tan
imaginativos como ésos abundan en una partitura que va creciendo
según avanza la obra. El dúo final, en el que el príncipe
sucumbe a su maldición dinástica para caer en las redes
matrimoniales tendidas por Olga podría haberse limitado a ser una
efectiva conclusión al ligero argumento de Perrín y Palacios;
Vives sin embargo escribe una pieza magistral de creciente sentimiento
romántico, verosímil y conmovedor, que culmina con la que
posiblemente sea la mejor melodía de una zarzuela pródiga en
ellas.
El acto segundo con su
tiovivo plenamente funcional, sus umbríos bosques y su
ornamentación carnavalesca parece un nocturno de Fragonard en el que se
entrelazan con aseo amor y humor. El hecho de que la escenografía de
Daniel Bianco no engulla a los intérpretes dice mucho de la
acertada dirección escénica de Sagi, que sólo falla en el
breve terceto cómico entre los reyes y Berta (con un tiovivo que gira ya
demasiado), y mucho más de los propios intérpretes. Ismael
Jordi encarna al príncipe Pío ideal; siendo alto, moreno y
guapo, atesora además una insinuante y ligera voz de tenor
lírico. ¿Se ha cantado la salida de Pío de mejor modo
desde los tiempos de Vendrell y de Kraus? La labor de Sabina
Puértolas es si cabe más excitante aún. Su segura y
sexualmente explícita Berta queda soportada por un canto de belleza
aterciopelada y personal fraseo que explica el magnetismo de esa generala hacia
todos los que la rodean. Auguramos para Puértolas un prometedor futuro.
La precisa Olga lírico-ligera de Sonia de Munck logra por otro
lado defenderse por sí misma; su caracterización de
una princesa manga colegiala y gafotas se alcanza con una
emotiva combinación de inocencia, petulancia y sofisticación
pueril.
Con el buen apoyo de
Enrique Baquerizo como un desgarbado y cachazudo rey Cirilo –su
voz de basso profundo está mucho mejor colocada
aquí que en los papeles baritonales que ha estado cantando
últimamente– y de David Rubiera como un inusualmente joven
y potencialmente peligroso Tocateca, esta velada resultó casi perfecta.
Si el coro sonó escaso y menos confiado esto encuentra excusa en las
exigencias coreográficas impuestas por Sagi y en la demanda del
compositor de subdividirlo en grupos de doncellas, mayordomos, caballeros,
damas… e incluso un batallón de Highlanders escoceses,
con sus kilts y sus sporrans incluidos. Hubo menos excusas
para la falta de coordinación entre escenario y foso, si bien la
interpretación instrumental fue lo suficientemente buena como para hacer
que lucieran las fragancias de la partitura de Vives. La generala
viajará pronto al Théâtre du Chatelet dando a los parisinos
la oportunidad de disfrutar de una de las más deliciosas zarzuelas en
una producción a la altura de sus atractivos. De seguro que la
sabrán acoger con los brazos abiertos.
© Christopher Webber 2008 ©
Traducción española Ignacio Jassa Haro 2008
Reparto: Berta de Tocateca (La generala) - Sabina Puértolas/Carmen González; Príncipe Pío -
Ismael Jordi/Enrique Ferrer; Princesa Olga - Sonia
de Munck/Beatriz Díaz; Reina Eva -
María José Suárez/Itxaro
Mentxaka; Cirilo II - Enrique Baquerizo/Luis
Álvarez; Clodomiro V - Miguel López Galindo; Duque de Sisa
- José Luis Gago; General Tocateca - David Rubiera; Dagoberto - Enrique
Viana; Guanajato - Richard Collins- Moore; El Coronel - Paco Navarro; El
Capitán - Alberto Ríos; Ana - Ana Santamarina; Isabel -
Ángeles Barragán; María - Paloma Curros; Natalia - Ana
María Ramos; Laura - Paloma Suárez; Jorge - Joaquín
Córdoba; Carlos - Enrique Bustos; Sirvienta - Amalia Barrio; Emilio Sagi
( dir. esc.); Daniel Bianco (escenografía); Jesús Ruiz
(figurines); Eduardo Bravo (iluminación); Nuria Castejón
(coreografía); Orquesta de la Comunidad de Madrid; Coro del Teatro de la
Zarzuela ( dir. Antonio Fauró); José Fabra ( dir.
mus.)
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Teatro de la Zarzuela English
programme note (Andrew Lamb)
La generala (English
synopsis)
portada de zarzuela.net
31/III/2008
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