Teatros del Canal ¿Emilio Sagi dirigiendo el clásico de la sicalipsis? Cuando el Arriaga de Bilbao dio a conocer este proyecto estrenado hace ya dos años y visto también en el Campoamor de Oviedo, que lo coproduce hemos de reconocer que nos pusimos a temblar. La corte de Faraón es la pieza de teatro lírico español más sometida a adaptaciones que conocemos y el "morcilleo" parece algo consustancial a la puesta en escena de esta obra, por no decir la elongación de su escala "chica" para alcanzar dimensiones de obra "grande". Si a ello añadimos que el aplaudido director ovetense, por su parte, es muy amigo de dejar su sello con dramaturgias que no pasan inadvertidas y que últimamente léanse los casos de El dúo de La africana, Katiuska o Pan y toros nos han parecido fallidas por la desnaturalización a que ha sometido a las zarzuelas de partida, se puede entender lo fundado de nuestros temores primigenios. Pero lejos de lo por nosotros previsto la realidad ha dejado patente nuestro error constatando el acertado trabajo de Sagi en este montaje, nuevo en Madrid, donde el sentido de la plástica, que tanto gobierna las puestas en escena del director artístico del Arriaga, se convierte en árbitro absoluto de la escena logrando imponerse a cualquier otra decisión artística. Así, tanto los aspectos teatrales (con un texto no muy tocado) como los musicales (con voces relevantes y un foso y una orquesta competentes) han resultado acertados dejando que la esencia cómica de la obra no resultara traicionada. Además, la presencia de Enrique Viana como Sul la babilónica (la que canta los celebérrimos cuplés) tiene la admirable virtud de no afectar a la dramaturgia. Es como si, a pesar de la casi media hora de interrupción en la acción que el speech de Viana genera, uno desde su butaca parara el cronómetro de la opereta bíblica que está presenciando no volviéndolo a conectar hasta después de que la diva regrese a su catafalco. Confesamos que Viana nos llega; su estilo gestual comedido combinado con una aparente cualidad improvisatoria y con un saber decir sus ripiosos cantables un tanto naives, le dan un toque de sofisticación que deja al espectador (o al menos al que esto suscribe) con buena conciencia a pesar de saber que ha estado gozando con algo que jamás confesaría a aquellas personas que le admiran. El elenco actoral y canoro de estas funciones en el Canal ha resultado de lo más acertado, con buenas prestaciones vocales (destacamos sobremanera a Itxaro Mentxaka como La reina sin querer desmerecer a ninguna otra voz) y estupendas contribuciones dramáticas (aquí, quizá, brilla con luz propia Sandra Ferrández como Lota entre todos sus acertados compañeros de reparto). La única mácula creemos que se halla en la no la elección de cantantes para desempeñar los roles de las Tres viudas, decisión que desluce su precioso terceto, uno de los momentos musicales culminantes de la obra. Dedicar un párrafo laudatorio a la dirección artística nos resulta obligado a la par que complejo. Transmitir la elegancia lograda con el cuidado puesto hasta el delirio en el diseño de figurines, luz, escenografía y coreografía y enfatizar la relevancia visual que todos estos elementos armónicamente conjuntados logran otorgar a la puesta en escena no es algo sencillo. Pero si tuviéramos que destacar uno de estos componentes nos quedaríamos con las cómicas danzas y con las pautas gestuales ideadas por Nuria Castejón que no por discretas y comedidas resultan faltas de prestancia. El maestro Carlos Cuesta condujo a una orquesta de ocasión con nombre de patrocinador que sonó demasiado fuerte y sin mucho empaste. El bello color de la partitura de Lleó no lució como debiera aunque el director musical no careció de gracejo en el manejo de los tempi. El Coro de la Comunidad de Madrid (a las órdenes de Félix Redondo), redondeó, si se nos permite el chiste malo a lo Viana, la labor sobresaliente de casi todos los implicados en este gozoso montaje que saca a Emilio Sagi del sarcófago zarzuelístico en que últimamente se encontraba confinado. © Ignacio Jassa Haro 2014
13/V/2014 |