El triunfo de la
música

Teatro de la Zarzuela - Ciclo de Conciertos
Líricos 2011/12
(Madrid, Septiembre - Diciembre
de 2011)
Ignacio Jassa
Haro
Tras la reciente celebración del
concierto de Navidad en el Teatro de la Zarzuela el flamante ciclo de
conciertos que esta institución viene desarrollando a lo largo de este
curso hace un pequeño receso para rematarse en primavera con dos
programas más. Por ese motivo hemos decidido agrupar la
consideración de los cuatro primeros conciertos en una única
crítica.
La suerte no quiso que pudiéramos asistir a la segunda de
las citas (José Bros en solitario junto a una ORCAM
dirigida por José María Moreno), pero reconocemos que el
buen hacer del tenor barcelonés no hubiera compensado lo suficiente la
falta de imaginación en la composición del programa, con las
mismas romanzas archiconocidas y las canciones melódicas de siempre, de
haber podido sortear las obligaciones familiares que nos alejaron la noche del
18 de octubre de la calle de Jovellanos. Ya hemos expresado en ocasiones
anteriores (como cuando Bros cantó junto a
su esposa sobre estas mismas tablas en el año 2007) cuánto
nos desencanta esa actitud artística, especialmente en
intérpretes que por sus grandes cualidades podrían ser paladines
de la ampliación del repertorio.
Porque en efecto ese palo la ampliación del
repertorio es al que se ha apostado en los otros tres eventos de la
serie. La primera de las citas se dedicó a fragmentos vocales solistas
(romanzas, dúos y tercetos de zarzuela y revista), la segunda de ellas a
coros de zarzuela y la tercera a números instrumentales de piezas de
género chico. En todos ellos se mantuvo un mínimo de
intervenciones con piezas de repertorio (un tercio en el primero, la mitad en
el segundo y dos tercios en el tercero), pero aún así nunca se
optó por un repertorio trillado sino que incluso dentro del mismo se
buscó algo de frescura.
A
la hora de elegir a los solistas, volvió a primar el sentido del
repertorio, con voces capaces pero puestas, ante todo, al servicio de la
música y del espectáculo y no al revés. Ángeles
Blancas, Marco Moncloa y Andeka Gorrotxategui se
compenetraron a la perfección e hicieron de la velada del 17 de
septiembre una experiencia gozosa a la par que una inauguración de
temporada emocionante y llena de solemnidad. El maestro Cristóbal
Soler estuvo tan compenetrado con su orquesta y envolvió con tal
magia a sus solistas que la comunicación con el público
funcionó desde el primer momento.
De
esa forma momentos de enorme intensidad dramática como los dúos
de La leyenda del beso o La del Soto del Parral, entre Blancas y
cada uno de sus compañeros, alcanzaron cotas de intensidad poco
habituales, mientras que el chotis-tango de Las tentaciones (de
Guerrero), entre Blancas y Moncloa, favoreció que desplegaran su saber
hacer coreográfico y su bis cómica en igual medida que su
musicalidad. Las dos selecciones de piezas con música de Francisco
Alonso (Luna de miel en El Cairo y Me llaman la presumida) quedan
en cualquier caso como los momentos más inspirados de todo el programa
con su dinamismo rítmico, su felicidad melódica y su sorprendente
instrumentación.
En
el concierto coral se contó con el soporte vocal de dos solistas de
raza, la tiple Milagros Martín, auténtica
institución en este coliseo, y el tenor Antonio
Ordóñez, que tras un largo período de
separación se había reencontrado para regocijo de todos poco
antes en el celebrado montaje de Los diamantes de la corona. Sus
intervenciones solistas junto al coro en la canción húngara de
Alma de Dios y en la romanza "Sierras de Granada" de La
tempranica fueron tan conmovedoras como electrizantes.
Del programa coral
destacamos sobremanera la primera mitad dedicada casi exclusivamente a la
zarzuela isabelina, con números infrecuentemente escuchados de Pan y
toros, Mis dos mujeres, El juramento y El anillo de
hierro. El género chico anduvo repartido entre ambas partes con
momentos tan buenos como los dos ya mencionados al hablar de la labor de los
solistas o una sentida selección de Gigantes y cabezudos,
mientras que del género grande del siglo XX las más escasas
muestras contrastaron genialmente en carácter (vimos enfrentadas la
quietud de Mirentxu, el garbo de El último
romántico o la picardía sicalíptica de El asombro
de Damasco). El coro comandado por el maestro Antonio Fauró
mantuvo siempre un cuidado empaste de voces y sólo se lamentó que
la ausencia de una concha acústica en el escenario provocara que el
sonido que emitían se perdiera mientras la masa sonora de la orquesta
(situada sobre el escenario) resultaba arrolladora. En este sentido se
echó de menos que Rubén Gimeno no hubiera puesto algo de
remedio controlando a sus músicos desde el podio de
dirección.
Y por fin llegamos al concierto navideño, celebrado el
día 27 de diciembre. Decir del mismo que es la materialización
del anhelo de toda una vida, puede resultar poco interesante para nuestros
lectores. Pero si hablamos de que gracias al mismo se pudo empezar a demostrar
lo que hemos defendido durante mucho tiempo, esto es, que la música del
género chico podría sostener programas (no uno, sino decenas)
como el ofrecido este año, con una gracia, calidad y autenticidad
parejas a las del gran evento vienés, quizá la apreciación
ya no parezca tan sentida y se valore su carácter reflexivo.
El
concierto fue retransmitido por Televisión Española, en diferido
y a través de su segundo canal. Esta noticia, a priori
positivísima, se convirtió si embargo en la penitencia que
acompaña a todo pecado
Aprovechando la coincidencia en el
escenario del montaje de Los sobrinos del
capitán Grant su regista Paco Mir preparó a un
grupo de actores, bailarines y figurantes para realizar una serie de
sketchs entre número y número que vistos en el teatro
resultaron no ya vulgares, sino faltos de toda gracia, a la par que
impedían que se creara un clímax adecuado para el disfrute de las
joyitas que el maestro Soler iba desgranando. Es evidente que el visionado del
concierto por la tele hizo muy diferente la experiencia y lo que en directo se
entendía como crudo y vocinglero en la caja tonta se vio mucho
más neutro y puesto siempre al servicio de la degustación del
jamón, esto es de la música, con que se intercalaba.
Pero
centrémonos en dicho manjar, y desgranemos al menos algunas de las
rarezas que este extraordinario evento permitió rescatar. La polca de
Las mujeres de Gerónimo Giménez, con un bellísimo
contrapunto de los chelos que sorprendió a propios y extraños, el
chotis del cachito de turrón de Los cocineros de Quinito Valverde
y Tomás López Torregrosa tan elegante a la par que popular, el
preludio de Los arrastraos de Chueca con su emocionante sólo de
trompeta y el contagioso chotis del flexible de la misma pieza, la
mazurca-redova de El niño de ese Barbieri ya tan chico, o la
graciosa polca del Cordón Bleu de La caza del oso de Chueca, se
entreveraron en el programa con valses, chotis, pasodobles o mazurcas de obras
tan inspiradas pero mucho más recordadas como La Gran Vía,
El niño judío, Agua, azucarillos y aguardiente,
La corte de Faraón, El chaleco blanco o La
alegría de la huerta. Y para cerrar, dos propinas muy en
sintonía con Viena
el vals de La canción de la Lola
de Chueca y Valverde, con su célebre cita del Danubio azul
straussiano y la marcha de Cádiz de los mismos autores.
La ORCAM bordó el repertorio en un concierto bien trabajado
donde Cristóbal Soler, a pesar de los imperativos del guión
firmado por Mir que le exigieron "perder los papeles" actoralmente,
dirigió con elegancia y buen sentido, pecando tan sólo en
algún número de tempi algo lentos. El éxito
recibido debería ser garantía suficiente de la celebración
de una nueva edición las próximas navidades, libres ya, esperamos
de la encorsetadota parafernalia impuesta por la factoría Mir para
centrarse en el verdadero motivo de celebración: esa música
maravillosa que nos hemos permitido el triste "lujo" de tener más de
cien años cubierta de polvo. ¡Feliz año 2012 lleno de buena
música para todos!
© Ignacio Jassa Haro 2012
Concierto 1
(17 de Septiembre de 2011) Primera parte: La venta de los gatos
(Serrano): intermedio - Orquesta; El barquillero (Chapí): Romanza
«Cuando está tan hondo» - Ángeles Blancas; La leyenda
del beso (Soutullo y Vert): Dúo «Amor, mi raza sabe
conquistar» - Ángeles Blancas y Andeka Gorrotxategui; La tempestad
(Chapí): Monólogo «La lluvia ha cesado» - Marco
Moncloa; La montería (Guerrero): Intermedio - Orquesta; El
huésped del Sevillano (Guerrero): Romanza «Fiel espada
triunfadora» - Andeka Gorrotxategui; La del soto del Parral (Soutullo y
Vert): Dúo «Ten pena de mis amores» - Ángeles Blancas
y Marco Moncloa. Segunda parte: Los gavilanes (Guerrero): Intermedio -
Orquesta; Las tentaciones (Guerrero): Chotis-tango - Ángeles Blancas y
Marco Moncloa; Luna de miel en El Cairo (Alonso): Dúo «Ven
compositor» - Ángeles Blancas y Marco Moncloa / Terceto
marchiña - Ángeles Blancas, Andeka Gorrotxategui y Marco Moncloa;
La verbena de la Paloma (Bretón): Preludio - Orquesta; Me llaman la
presumida (Alonso): Dúo mazurca - Andeka Gorrotxategui y Marco Moncloa /
Dúo fox «Yo soy una mujer»- Ángeles Blancas y Andeka
Gorrotxategui / Terceto - Ángeles Blancas, Andeka Gorrotxategui y Marco
Moncloa.
Concierto 3 (12 de Noviembre de 2011)
Primera parte: Pan y toros (Barbieri): Coro «Al son de las
guitarras» - Coro / Coro «Señor abate» - Antonio
Ordóñez y Coro; El juramento (Gaztambide): Coro de la
murmuración - Antonio Ordóñez y Coro; Mis dos mujeres
(Barbieri): Lección de solfeo - Antonio Ordóñez, Mario
Villoria y Coro / Coro «¡Ay madre Angustias!» - Coro; El
anillo de hierro (Marqués): Coplas «El sol se
despedía» - Antonio Ordóñez y Coro; Gigantes y
cabezudos (Fernández Caballero): Jota y coro del motín - Coro /
Coro de repatriados - Antonio Ordóñez y Coro / Salve - Milagros
Martín, Antonio Ordóñez y Coro. Segunda parte: El
chaleco blanco (Chueca): Coro de lavanderas - Coro; Mirentxu (Guridi): Ronda de
Santa Águeda - Milagros Martín y Coro; El último
romántico (Soutullo y Vert): Pasacalle de las mantillas - Milagros
Martín y Coro / Mazurca - Antonio Ordóñez, Carlos
Durán y Coro; La tempranica (Giménez): Canción de
María - Milagros Martín y Coro; El asombro de Damasco (Luna):
Serenata de las cantadoras de Palmira - Coro; El centro de la tierra
(Fernández Arbós): Chotis de la fuente - Milagros Martín y
Coro; Alma de Dios (Serrano): Canción húngara - Antonio
Ordóñez y Coro; Bohemios (Vives): Coro de bohemios - Antonio
Ordóñez y Coro.
Concierto 4 (27 de Diciembre de
2011) Primera parte: El tambor de Granaderos (Chapí):
Preludio; La Gran Vía (Chueca y Valverde): Vals del Caballero de Gracia
/ Pasodoble de los sargentos; Las mujeres (Giménez): Polca; El
niño judío (Luna): Mazurca de la pipa; Los cocineros (Torregrosa
y Quinito Valverde): Chotis del cachito de turrón; El año pasado
por agua (Chueca y Valverde): Vals de Neptuno / Pasodoble; Agua, azucarillos y
aguardiente (Chueca): Vals. Segunda parte: Los arrastraos (Chueca):
Preludio / Chotis; La corte de Faraón (Lleó): Vals; El
niño (Barbieri): Mazurca; La caza del oso (Chueca): Polca del
Cordón Bleu; El chaleco blanco (Chueca): Pasodoble; La alegría de
la huerta (Chueca): Pasosoble
Ficha artística:
Orquesta de la Comunidad de Madrid; Coro del Teatro de la Zarzuela (Concierto
3), Antonio Fauró, director del coro (3); Ángeles Blancas,
soprano (1); Andeka Gorrotxategui, tenor (1); Marco Moncloa, barítono
(1); Milagros Martín, soprano (3); Antonio Ordóñez, tenor
(3); Cristóbal Soler, director (1 y 4); Rubén Gimeno, director
(3)
portada de zarzuela.net
vídeo del concierto de Navidad
(RTVE)
8/I/2012 |