Pagliacci (Teatro de la Zarzuela, 2014)

Sorozábal · Serrano Anguita / Leoncavallo
Black, el payaso / Pagliacci

Teatro de la Zarzuela
(Madrid, 6 de Abril de 2014)


Una crítica de La linda tapada


A estas alturas de temporada y tras el suceso artístico de Curro Vargas nos enfrentamos al papel en blanco con una incómoda sensación: la de tener que discrepar radicalmente con el público en su valoración global del espectáculo considerando desproporcionado el incontestable éxito que se le ha dispensado. Aunque nosotras no pudimos presenciar el estreno nos han llegado los ecos del delirio desatado esa velada que no debió de ser muy inferior al vivido en la segunda función, a la que sí que tuvimos oportunidad de acudir.

Black, el payaso (Teatro de la Zarzuela, 2014)Abría el último espectáculo propuesto por el Teatro de la Zarzuela una de las obras de posguerra más interesantes de Pablo Sorozábal, Black, el payaso (1942). Ya se enjuiciaron en su momento en estas páginas las virtudes del montaje que ahora se ve y que firmara Ignacio García para el Teatro Español (revisado, eso sí, como reza el programa de mano, para estas funciones). A tenor de esas palabras del 2006 creemos que esta revisión, más allá de ajustar la producción al nuevo escenario –de mayores dimensiones– y de renovar el vestuario –no siempre acertadamente, como ocurre con los protagonistas ahora perennemente vestidos de payasos con unos figurines menos icónicos– ha hecho perder fuelle al montaje. Los números musicales encadenados sin solución de continuidad con breves diálogos y una narración que dota de hilazón a la historia se nos antojan menos capaces de sostener el melodrama de lo que le pareció a nuestro crítico el año 2006. No seríamos capaces de decir si se ha introducido ahora más tijera al texto de Serrano Anguita, pero en cualquier caso creemos que la poda, sea cual sea su magnitud, no ha sido compensada suficientemente con otros recursos dramatúrgicos para sostener adecuadamente la historia.

Es plausible que la combinación de Black, el payaso con Adiós a la bohemia generara otra percepción de la "opereta", que estaba colocada en las funciones de 2006, además, en la más agradecida posición de cierre de la velada. Sea como fuere, ahora se llega al intermedio con un buen sabor de boca, por la excepcional calidad de la música –moderna e incisiva–, por lo espectacular de la puesta en escena –sostenida en una fantástica iluminación de Paco Ariza– o por la bondad de algunos de los intérpretes. Llaman la atención, sobre todo, entre éstos la Orquesta de la Comunidad de Madrid, que se ha esmerado como pocas veces en cuidar el colorido tímbrico, y el maestro director, Donato Renzetti, delineador de originalísimos fraseos. De entre los protagonistas actorales-vocales nos ha impresionado muy positivamente el White de Rubén Amoretti y la Sofía de María José Moreno, quedando pálido Fabián Veloz en el rol titular y totalmente fuera de lugar por tesitura el Carlos Dupont de un entregado Javier Galán (¡sí!, no se equivocan, quien fuera Black en el Español).

Pagliacci (Teatro de la Zarzuela, 2014)Pero la intensidad del segundo plato pronto desvanece ese buen gusto del entrante. Porque hay que decirlo desde ya: la puesta en escena de Pagliacci ha resultado sobresaliente y su interpretación extraordinaria tanto por parte del coro y los solistas como de la orquesta. Es cierto que pocas veces tiene una obra de teatro lírico esa intensidad capaz de mantener en vilo al público desde que se levanta hasta que cae el telón, pero no es menos cierto que es muy fácil que algún desliz interpretativo por parte de cualquiera de los implicados desinfle un bombón de ese cariz. El montaje ahora estrenado tiene tras de sí un delicioso trabajo artístico, pues a la cálida iluminación del ya elogiado Ariza hay que sumar el preciosista vestuario de Pepe Corzo o la felizmente corpórea escenografía de Juan Sanz y Miguel Ángel Coso –tan contrastante con la poca entidad volumétrica de su propuesta para Black que si bien pudo funcionar en la plaza de Santa Ana aquí ha generado momentos donde la completa desnudez del escenario resultaba sosa cuando no lastimosa–. Además, el trabajo actoral y el movimiento de las masas corales (coro y escolanía) nos han parecido muy acertados y fluidos. La ORCAM seduce bajo la enérgica inspiración de Renzetti y en cuanto a las prestaciones canoras, hacía tiempo que no escuchábamos interpretaciones de la altura de las de Juan Jesús Rodríguez, María José Moreno o Jorge de León, todas de sobresaliente vocalidad y acertado nervio dramático.

¿Pero si no escatimamos elogios a interpretación y puesta en escena, por qué experimentamos entonces este divorcio con el laudatorio regocijo del público? No queremos, desde luego, negar el acierto del montaje de Pagliacci, ni tampoco dejamos de celebrar la vigencia –parcial– de la "reposición" de Black, el payaso. Con lo que discrepamos radicalmente es con el emparejamiento de ambas piezas, considerando además que la decisión de incorporar la segunda a un proyecto en el que se partía de la primera es un terrible error. No sólo se trata de que Black sí funcionara con la dramaturgia de María José García en el Español y haya fallado con la de Ignacio y María José García en la Zarzuela. Además de ese fallido aumento de escala, lo que perjudica notablemente a la propuesta de Ignacio García es suceder la pieza de Sorozábal con una obra con la que no contrasta y con la que no se produce un diálogo enriquecedor, sino ante la que, por el contrario, se ocasiona una anulación. La unidad de estilo alrededor del mundo del circo o la cita del "Ridi, Pagliacco", ¿creen que pueden sostener esta combinación de títulos? Nosotras, desde luego, pensamos que no.

Black, el payaso (Teatro de la Zarzuela, 2014)

Dejamos para el final una reflexión de carácter ético. Más allá de hacer un flaco favor a Black, el payaso programando Pagliacci o de no aportar nada a Pagliacci antecediéndolo de Black, nos parece indefendible que un teatro público dedique un presupuesto –sea el que sea– a poner en escena una de las óperas más difundidas del repertorio. ¿Es necesario esgrimir datos como los de las estadísticas de Operabase sobre programación operística (donde Pagliacci ocupa el puesto décimonoveno entre las óperas más representadas en el mundo durante el lustro 2008/09 a 2012/13) para hacer ver que un teatro de la especificidad de la Zarzuela en una coyuntura económica como la que atravesamos no se puede permitir optar por una obra como esa? Cualquier espectadora madrileña o española ha gozado y gozará de múltiples oportunidades para disfrutar de la maravillosa ópera de Leoncavallo a lo largo de su vida aunque el Teatro de la Zarzuela no la programe. Pero lo que La Zarzuela deje de programar, eso, seguramente nadie más se encargará de representarlo. Como ocurre con la obra lírica menos conocida de Sorozábal, sin ir más lejos, un autor que escribió un puñado de piezas breves de perfecta factura que hubieran podido acompañar con mucha más coherencia estética a nuestro desdichado Black. Pero no dejemos que el desaliento nos invada, y pensemos que se trata de una mácula en una temporada (casi) plena de aciertos.

© La linda tapada, zarzuela.net, 2014


Repartos: Black, el payaso. Fabián Veloz ( Black); Rubén Amoretti ( White); María José Moreno (Sofía de Surevia); José Manuel Montero (Henry Marat); Nuria García-Arrés (Catalina Feodorovna); Miguel Sola (Barón de Orsava); Trinidad Iglesias (Condesa de Saratov); Javier Galán (Carlos Dupont); Miguel Palenzuela (Gregorio Zinenko); Emilio Gavira (El director de escena); Jorge Merino ( Baydarof); Juan Antonio Mira (violinín); José Fernández (clarinete); Jesús Mozo (acordeón); Marisa Prada (trapecista); Héctor Vázquez y Óscar Alba (malabaristas). Pagliacci. María José Moreno (Nedda), Jorge de León (Canio); Juan Jesús Rodríguez (Tonio); Miguel Borrallo (Peppe); David Menéndez (Silvio); Antonio González y Francisco José Pardo (Campesinos).
Equipo artístico: Paco Ariza (Iluminador); Pepe Corzo (Figurinista); Juan Sanz y Miguel Ángel Coso (Escenógrafos); Hernán Gené (Asesor circense); Orquesta de la Comunidad de Madrid; Coro del Teatro de la Zarzuela (Antonio Fauró,dir.); Ignacio García (Director de escena; Donato Renzetti (Director musical).

Black, el payaso / Pagliacci (Teatro de la Zarzuela, 2014)

Producciones: Black, el payaso (Teatro Español, 2006, revisada para estas funciones); Pagliacci (Nueva producción del Teatro de la Zarzuela)


Vimeo - video promocional del montaje
crítica montaje Teatro Español (2006)
Black, el payaso - sinopsis argumental inglesa
portada de zarzuela.net

10-IV-2014