
Música: María Rodrigo
Libreto: Serafín & Joaquín Álvarez Quintero
Becqueriana Auditorio Nacional de Música (Madrid, 28 de noviembre de 2016)
Una crítica de Enrique Mejías García
Bajo el título María Rodrigo: del exilio y el olvido al Auditorio Nacional el maestro José Luis Temes organizó un concierto en homenaje a una de las primeras compositoras profesionales españolas: María Rodrigo (1888–1967). Una mujer de vida apasionante, que recibió lecciones de Richard Strauss junto a Carl Orff o Wilhelm Furtwängler, y que en 1939 decidió partir al exilió después de haber mantenido una intensa vida creativa con las Misiones Pedagógicas durante la Segunda República.
Después de una primera parte en que se interpretaron las bellísimas Impresiones sinfónicas de Francisco Calés Pinas o las más conocidas La copla intrusa (versión orquestal) y Rimas infantiles de María Rodrigo, el plato fuerte del concierto consistió en la recuperación de la única ópera que se ha conservado de esta autora: Becqueriana, con libreto de los hermanos Álvarez Quintero, estrenada en el Teatro de la Zarzuela en la primavera de 1915.
Junto a Maruxa de Amadeo Vives, Margot de Joaquín Turina, La flor del agua de Conrado del Campo, el estreno español de La vida breve de Manuel de Falla o la versión castellana de Mirentxu de Jesús Guridi, Becqueriana fue una de las obras elegidas por Pablo Luna como director del coliseo de la calle Jovellanos para la reapertura del teatro en 1914 después del desastroso incendio de 1909. Obras de formato o ambiciones operísticas en todos los casos, sin renegar de la tradición más añeja y zarzuelística. Una pléyade, en definitiva, de títulos fascinantes que actualizaban las viejas ambiciones de la ópera cómica española que se remontaba a los tiempos de Barbieri y que pasaba por los Fernández Caballero, Chapí o Marqués de las décadas anteriores.
Para un libreto planteado como glosa escénica de la rima XI de Bécquer (“Yo soy ardiente, yo soy morena…”) los Quintero concibieron una obra de inacción que en su exaltación romántica y ciertos elementos fantásticos nos remite a Los cuentos de Hoffmann: un Poeta se encuentra en el bosque con tres mujeres, la Pasión, la Ternura y la Ilusión. Al decidirse por la tercera sufre un desengaño del cual brotará el torrente de su inspiración. El afán por el estudio de los aspectos fatales de lo femenino y el ambiente de idilio feérico que deambula entre lo bucólico y la siniestro –ballet de ninfas y gnomos incluido–, enlaza Becqueriana con todas las demás zarzuelas/óperas estrenadas durante esas temporadas de reinauguración en el Teatro de la Zarzuela. Como era de esperar, la partitura de María Rodrigo no deja de evidenciar rasgos wagnerianos sutilmente matizados por un refinamiento tímbrico efectista que a nosotros se nos antoja emparentado con Hänsel und Gretel de Humperdinck o El aprendiz de brujo de Dukas.
La soprano Ruth Iniesta asumió con maestría los tres papeles femeninos solistas de la ópera demostrando, una vez más, que es la cantante lírica de la que más puede esperar el género zarzuelístico. Su inteligencia musical estuvo a la altura de su aplaudido compromiso escénico. Junto a ella no deslució en absoluto Alejandro del Cerro como el Poeta, de bella voz y dicción transparente. La orquesta del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid se mantuvo atenta a la batuta firme de José Luis Temes, un alma inquieta a quien la música española nunca le estará suficientemente agradecida. El concierto fue grabado y será editado en compact disc el año que viene en que se cumplirá medio siglo de la muerte de María Rodrigo. Sin duda, un modelo a seguir como recuperación de la figura y la obra de una autora en el olvido y que confiamos que tenga felices consecuencias.
Diana cazadora: asignatura pendiente
En zarzuela.net no podemos dejar de recordar que la recuperación de la obra de María Rodrigo no será completa hasta que no podamos escuchar y valorar su música para la zarzuela cómica en un acto Diana cazadora o Pena de muerte al amor. Este título, de nuevo firmado por los hermanos Álvarez Quintero, fue consecuencia de la buena acogida de Becqueriana y se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid el 19 de noviembre de ese mismo años de 1915. Gracias a su hilarante libreto y a una partitura breve pero pimpante (en ella encontramos las consabidas habaneras, seguidillas, chotis o valses junto a tres fragmentos orquestales) la obra se mantuvo varias semanas en cartel y llegaron a editarse su partitura y libreto. Sin coro, Diana cazadora apenas precisa de dos tiples solistas –que para una hipotética grabación podrían ser asumidas por una misma intérprete– y un conjunto de tres chicas. ¡Queremos conocer a la María Rodrigo más ligera y divertida!
© Enrique Mejías García y zarzuela.net, 2016
María Rodrigo: del exilio y el olvido al Auditorio Nacional. Francisco Calés Pina: Impresiones sinfónicas; María Rodrigo: La copla intrusa, Rimas infantiles y Becqueriana, ópera en un acto de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero. Auditorio Nacional de Música, Madrid, 28 de noviembre de 2016. Reparto: Ruth Iniesta (Pasión, Ternura e Iusión), Alejandro del Cerro (Poeta). Coro de voces blancas “María Rodrigo”. Raquel García Hervás (d. coro). Patricia Roldán (coreografía de ninfas y gnomos). Orquesta del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. José Luis Temes (d. musical) |
 |
in English
Los Quinteros - Página biográfica
inglesa
portada de zarzuela.net
30/XI/2016 |