La Gran Vía (Opera Cómica de
Madrid, 2006)
Ópera Cómica de Madrid
Centro Cultural de la
Villa (21 de Mayo & 3 de Junio de
2006)
Ignacio
Jassa Haro / Christopher Webber
La Gran
Vía (IJH)
Siempre produce enorme gozo asistir a una representación
de una obra tan jugosa en lo teatral y en lo musical como es La Gran
Vía. Esta revista cómico-lírica
fantástico-callejera en un acto, ha tenido una vida intensa desde que se
estrenara en 1886, como lo atestigua el hecho de que hoy mismo, justo 120
años después de esa fecha, hayamos podido disfrutar de dos
montajes casi simultáneos en la ciudad a la que tan bien
radiografía: uno de carácter “pop”, promovido por el
Ayuntamiento de Madrid, celebrado en la Plaza Mayor ante miles de personas,
muchas de ellas jóvenes, y que con recursos modernos a la par que
enormemente respetuosos con la obra original ha conseguido ganarse el
interés de nuevos públicos, y otro producido por
Ópera Cómica de Madrid, incluido en una
mini-temporada primaveral de zarzuela y que aquí vamos a reseñar.
Cuando la compañía dirigida por Francisco
Matilla y Fernando Pobrete se acerca a los repertorios menos
trillados, cosa por otro lado bastante frecuente en su trayectoria, lo hace con
una pasión de madre hacia esas obras maltratadas, digna siempre de
alabanza. Se podrá objetar que La Gran Vía no es una
rara avis, es cierto, pero hacer un montaje donde se incluyan gran parte de las
escenas que esta zarzuela ha ido generando a lo largo de su vida para seguir
teniendo actualidad, ya es otra cosa. La inclusión de números
musicales como el vals del juego, el pasodoble de los sargentos, los dos
dúos de la gomosa y el sietemesino, el intermedio que cierra la escena
de los yernos, o el popurrí-apoteosis final, rescatados por la
edición crítica del ICCMU a cargo de María Encina Cortizo
y Ramón Sobrino, hace de este montaje una Gran Vía poco
habitual.
Y para una producción fuera de lo común se ha
optado por una puesta en escena atípica, con una estética dotada
de enorme estilización, huyendo del tipismo madrileño tan
desgastado por su abuso en el género zarzuelístico,
acercándose en ocasiones a la óptica del teatro de revista (del
de varietés, no del decimonónico) y en ocasiones a la del teatro
del absurdo, pero siempre sirviendo con enorme honestidad al
espectáculo. No obstante, el hecho de incluir tantos números,
nunca concebidos para coincidir todos juntos, transforma la obra chica en un
montaje en dos actos, con lo que esto supone de pérdida de densidad
dramática y de elocuente concisión –algo que ya se dio en
el montaje de La verbena de la Paloma dirigido por Sergio Renán
estas últimas navidades en el Teatro de la Zarzuela–.
En relación a los intérpretes hay que consignar una
cierta irregularidad en el reparto. Miguel Sola encarna un
Caballero de Gracia pleno de ídem en su canto (que no sólo
exhibió en el vals titular sino en el del juego) y en sus parlamentos.
El paseante en corte, papel hablado con unas mínimas intervenciones
cantadas, es abordado con talento por un Ángel Walter
que dota a los versos de Felipe Pérez y González de una enorme
fluidez y naturalidad. Thais de la Guerra da vida a una
graciosa Menegilda; sin embargo, unos problemas vocales arrastrados durante
toda la semana le impidieron llegar con comodidad a los agudos quedando su
tango algo deslucido. La conexión de un artista con el público es
un fenómeno de extraordinario interés; en este sentido lo
ocurrido con la actriz Carmen Rossi (que abordó el
lucido papel de Doña Virtudes) es especialmente significativo: a pesar
de las enormes dificultades que tuvo para cantar de manera entonada y a tempo
su réplica a la Menegilda, hasta el punto de poner a la orquesta en
verdaderas dificultades para seguirla, su gracejo castizo y su
extraordinariamente clara dicción consiguieron despertar el aplauso
espontáneo del público antes de terminar la primera estrofa. La
última intérprete en actuar, Francesca Calero,
sirvió con su natural apostura al elegante chotis del Elíseo
madrileño permitiendo un cierre de revista de enorme brillantez.
El resto de miembros del reparto se repartieron los numerosos
papeles correspondientes a la gran cantidad de escenas habladas o cantadas
incluidas en este montaje; entre ellos descuellan la simbiosis
histriónico-entrañable de Juan Manuel Cifuentes
como niño, comadrón o rata entre un largo etcétera de
roles y el toque surrealista de Carmen Arribas como luz
eléctrica, fuente o calle de Sevilla, entre otra inacabable lista de
personajes. Carlos Cuesta llevó con pulso un tanto
acelerado pero con garbo y sentimiento al Ensamble Instrumental de
Madrid y al coro titular de la compañía. A la
dirección escénica de Francisco Matilla, de gran claridad y
concisión sólo cabe poner el reparo de un inadecuado trabajo del
verso con los actores, lo que dificultaba en ocasiones la comprensión de
los pasajes hablados. Una coreografía ecléctica pero muy bien
integrada con los números musicales y una escenografía e
iluminación mínimas pero muy bellas completan un montaje redondo
que no todo el público que llenaba la sala Guirau del Centro Cultural de
la Villa supo apreciar (¿quizá creían ver
moderneces en diálogos y músicas originales de 1887?)
Pero una vez más Ópera Cómica nos ha hecho soñar
con un Teatro Felipe o un Teatro Apolo en noches de estreno, y eso no tiene
precio.
La Gran
Vía. Música de Federico Chueca y Joaquín
Valverde. Libro de Felipe Pérez y González. Madrid, Centro
Cultural de la Villa, 3 de Junio de 2006. Reparto: Miguel Sola
(El Caballero de Gracia); Ángel Walter (Un paseante en corte); Thais de
la Guerra (La Menegilda); Carmen Rossi (Doña Virtudes); Francesca Calero
(El Elíseo madrileño); Juan Manuel Cifuentes (Comadrón,
Barrio del Pacífico, Gas, Paleto, Rata primero y niño); Javier
Ibarz (Barrio de la Prosperidad, Petróleo, Húsar, Dependiente 3,
Rata tercero); Carmen Arribas (Calle de Sevilla, Barrio de las Injurias, Luz
eléctrica, Fuente, Taurina, Zurda, Dependienta 1); Coro de Ópera
Cómica de Madrid (d. Carlos Pinzón Riveros); Ensamble
Instrumental de Madrid; Mariana Mara (Diseñadora de vestuario); Marco
Berriel (Coreógrafo); Pedro Pablo Melendo (Iluminador); Francisco
Matilla (Director de escena); Carlos Cuesta (Director musical). Nueva
producción de Ópera Cómica de Madrid
Jugar con fuego
(CW)
Auténtico paso de gigante para el género de la
zarzuela y para el joven Barbieri, allá por 1851, esta chispeante
comedia en tres actos también supuso una prueba de fuego para
Ópera Cómica de Madrid en los inicios de su
andadura teatral. Y es que aunque fuese fundada en 1985, no fue hasta su
montaje de Jugar con fuego en el Teatro de Madrid en 1992, cuando
realmente la joven compañía comenzó a decir algo en el
panorama escénico. Tras dos agradables y algo sosegados actos de
ópera cómica romántica, muy deudores de la dramaturgia
francesa de Scribe y de las formas musicales italianas, el compacto tercer acto
nos sitúa entre rejas en un manicomio de Madrid. Barbieri y Ventura de
la Vega exploraron este asunto barroco con un obsesivo entusiasmo que resulta
tan desconcertante como divertido, revelándonos algo nuevo en el
intento. No es una casualidad que la música más original y de
mayor calidad de toda la obra –los dos números de los locos y el
famoso bolero de la Duquesa“Un tiempo fue” –
estén aquí. El director de escena Francisco
Matilla reserva sus mejores bazas teatrales para este acto final
mostrándonos unas desoladas hileras de barrotes de hierro a lo largo de
todo el escenario en las que se hallan subidos los locos. Después de dos
actos con una puesta en escena convencional y dulzona, de pronto también
nosotros nos encontramos en un territorio inquietante, en una suerte de paseo
en montaña rusa tan estimulante como perturbador. Así es como el
teatro debería de ser aunque a menudo no lo sea.
Esta reposición revisada proporciona por tanto mucho
placer a la vez que permite recordar cuánto ha evolucionado el trabajo
de Matilla a lo largo de los últimos quince años. Pero si su
creatividad en las puestas en escena ha prosperado, su capacidad para motivar a
su compañía en todo lo que hace, no es menor que la de entonces,
de manera que hasta un actor poco natural –como el algo inseguro
Francisco Heredia, como Félix, más distinguido
por el atractivo de su ligera voz que por su personalidad actuando–
aborda con credibilidad su papel. Si Luis Álvarez, en
el goloso rol del atrevido Marqués que se lleva la lección que se
merece a manos de los locos, actúa prudentemente, su virtud radica en
evitar la exageración en detrimento de la obra en su conjunto. De este
modo podemos apreciar el esfuerzo soportado por quien es pilar de carga de esta
zarzuela –la testaruda Duquesa, decidida a salirse con la suya y a
casarse con el hombre a quien ama a pesar de que todo vaya en su contra–
que es igualmente bien abordado por Francesca Calero, con su
cálido timbre y su buen sentido dramático.
Javier Ferrer resulta pintiparado como Antonio,
un Horacio para ese Hamlet que es Félix; por su parte
Ángel Walter da el tono adecuado para ese último
cambio en el engranaje teatral con un perverso y lascivo loquero tan
asombrosamente raro como políticamente incorrecto. A pesar del a veces
desequilibrado coro, el Ensamble de Madrid realiza un sólido trabajo,
con destacables contribuciones de las maderas. Lo mejor de Carlos
Cuesta es qué poco se hace notar su labor: en otras palabras,
los tempi resultan naturales y nada forzados, las partes vocales son
concertadas con precisión y el conjunto llega así a buen puerto.
Una velada que al menos se podría calificar de agradable se convierte
gracias a ese disparatado acto final en algo que consigue traspasar al
espectador.
Jugar con fuego.
Música: Francisco Asenjo Barbieri. Libro: Ventura de la Vega. Madrid,
Centro Cultural de la Villa, 21 de Mayo de 2006. Reparto: Duquesa
– Francesca Calero; Félix – Francisco Heredia;
Marqués – Luis Álvarez; Duque – Miguel López
Galindo; Antonio – Javier Ferrer; Condesa – Blanca Ortiz; Loquero
– Ángel Walter; Coro de Ópera Cómica de Madrid (d.
Carlos Pinzón Riveros); Ensamble Instrumental de Madrid; d. esc.
Franciso Matilla; d. mus. Carlos Cuesta
© Ignacio Jassa Haro y Christopher Webber
2006
in English portada de zarzuela.net |