Sueños en blanco y negro,
escenas que nos acompañaban en la edad confusa de la adolescencia,
familias unidas en torno a un viejo aparato de radio para escuchar al
Cuadro de actores de Radio Madrid interpretando sus producciones
teatrales de las que formaba parte Luis Varela.
Luis, cuéntanos tus comienzos en el teatro. Pues si no recuerdo mal, debuté a los seis años con la compañía de Doroteo Martí en Genoveva de Bravante; era el año 1949. A los trece participé en mi primera película La espera – recientemente he terminado la película que hace el número 100, se trata de Pájaros de papel – después vino la televisión, los doblajes, etc. Pero mi comienzo en el teatro lírico lo podemos situar en una producción, que se realizó en el Teatro de la Zarzuela, con Lola Rodríguez Aragón de El retablo de maese Pedro, en la que yo hacía un personaje infantil, creo que fue en 1953 y creo que dirigía Rafael Richard. Un día me llamaron del Teatro Arriaga para hacer Pan y toros, después para hacer en Los sobrinos del capitán Grant el personaje de Mochila, obra con la que posteriormente inauguramos el nuevo Teatro Madrid.
Como anécdota te contaré que me pidieron que hiciera el personaje de Pepe Hillo en Pan y toros en el Teatro Calderón de Madrid. Comenté al director que era para un tenor y no podía hacerlo, le pedí que transportara la partitura... pero por falta de presupuesto no se hizo y finalmente tuve que recitarlo. Tiempo después hice el personaje de Toribio Clarinetti en La canción del olvido con Beatriz Lanza y Ainhoa Arteta, siendo dirigidos por Pierre Luigi Pizzi. Me gustaría añadir que mi abuelo, Pablo López Martínez, tenía una compañía de zarzuela y además era tenor cómico. También tuve dos tías que eran sopranos y mi padre y hermano músicos. Y yo... estudié piano.
Sí, sobre todo a nivel técnico. La técnica, en todas sus facetas, ha ido introduciéndose y mejorando las producciones. Pero también se observa que los directores de aquellos años, que solían ser además primeros actores, estaban “más hechos” a la zarzuela. Es curioso observar cómo algunos jóvenes directores actuales, que se enfrentan ante su primer montaje de una zarzuela, tienen ciertas dudas sobre el género, pero cuando prueban quieren repetir. ¿Qué opinas sobre la posibilidad de modificar o recortar los libretos? Creo que debe eliminarse todo aquello que no aporta nada, todo aquel texto que da vueltas sobre un tema sin añadir información. En La Calesera que hemos estado representando y en mi primer parlamento, estoy unos minutos hablando para decir, exclusivamente, que soy el criado. Esto es algo habitual en los textos de zarzuela. Estoy recordando que en el último doblaje que he realizado de Carl Fredricksen en la película Up, puede observarse que en la introducción se explica la vida del personaje central en unos minutos, casi exclusivamente con imágenes, expresiones y con una fantástica música de fondo. Mi personaje no habla, no tiene texto. Dado que hay que sacar el máximo posible de cada artista e intentar mejorar aquello en lo que no es tan destacado, a un buen cantante que pueda no ser un buen actor, se le podría simplifica el texto. Por el contrario, a un buen actor que pueda no ser un gran cantante, como es mi caso, se le podría “facilitar” la partitura.
Si te refieres a la actuación, al comportamiento como actor, creo que no influye, al menos en mi caso. Yo voy siempre al personaje, no importa que se trate de una producción frente al público o frente a la cámara. Lo importante es el personaje. Por tanto la actuación personal no es diferente en un medio y en otro. Si te refieres a la popularidad, por fortuna, la he venido manteniendo desde hace mucho tiempo en ambos medios. ¿Influyen de alguna forma los, a veces, grandes presupuestos de televisión y el hecho de que el autor de la serie pueda ser el director? Bueno, la serie con la que llevo trabajando hace tiempo (Cámara café es su título) podríamos denominarla de “bajo coste”, no hay tomas externas y las tomas de estudio son siempre con el mismo decorado, que a su vez es sencillo. Por tanto éste no es el caso. En la zarzuela es imposible (salvo montajes muy particulares) que el director sea el autor por motivos bastante evidentes y en la serie de televisión, en la estoy actualmente, el guionista y el director son figuras independientes y no influyen, en general, uno sobre el otro.
Como comentamos antes, algunos directores de mi etapa primera también eran actores y eso daba ventajas al actor. Además el panorama teatral era mucho más rico en temas y en posibilidades. Había unos cuarenta teatros en Madrid y también se hacía teatro en televisión. Todo ello facilitaba el trabajar con muchos y distintos autores y en muchos y distintos géneros. Podíamos optar por teatro clásico, comedia, revista, zarzuela… y ello permitía aprender y practicar en diversos campos a los que salíamos a escena. Actualmente todas esas posibilidades se ven muy reducidas y eso no facilita la parte práctica de la formación. Se han perdido esas múltiples opciones que teníamos antes. ¿Dónde pueden aprender nuestros jóvenes? ¿De qué “grifo” pueden beber? En la actualidad lo compensan siendo más autodidactas. En algunas ocasiones se elije a alguien, como actor para una obra, simplemente con verle sentado en la barra de un bar. Y hasta puede triunfar en la obra para la que le han elegido. Pero luego viene el problema, te das cuenta que no eres el gran actor que pensabas y caes en depresión. Claro que gracias a ello los psicólogos “se forran”. Vimos el montaje que hiciste en Oviedo de Don Manolito. ¿Cuándo nos volverás a sorprender con un montaje tuyo? Cuando tenga tiempo. Lo tengo en mente, tengo algunas ideas que aún es pronto para desvelar, pero un montaje requiere tiempo para hacerlo bien y ahora no dispongo de ese bien tan codiciado.
Es una película estupenda que te recomiendo vayas a verla, pero no olvides de hacerlo en una sala con 3D. Lo he pasado de miedo tanto con la película como con los compañeros. Ha sido a la vez duro y divertido. Gustará a todo tipo de público, está realmente muy bien hecha. No quiero desvelarte el argumento, pero te aseguro que disfrutarás viéndola. [Esta misma tarde vamos a verla y a confirmar las palabras de Luis.] ¿Qué pedirías a las autoridades oportunas para ayudar la zarzuela? Pues les diría que de la misma forma que se han paralizado las obras de infraestructuras, que se están realizando en la calle Serrano de Madrid, por haberse encontrado restos de la antigua muralla de la época de Felipe IV, por considerarse como algo muy valioso, se dé el mismo tratamiento a nuestra zarzuela, pues se trata de un tesoro muy importante bajo muchos puntos de vista: cultural, musical, teatral... Hoy es 31 de Julio y... ¿ahora qué? Pues ahora a descansar, esta es la penúltima entrevista que tengo, esta tarde tendré la última por teléfono y mañana mismo me iré de vacaciones. Aún no tengo cerrado el destino, pero me voy. Estoy muy cansado después de este duro año 2009 con cine, doblajes, televisión, zarzuela… Solo quiero descansar y “coger hambre”. En septiembre ya veremos…
© Pedro Gómez Manzanares 2009 15/VIII/2009 |