Teatro
de la
Zarzuela

temporada
2004/5



Ignacio Jassa Haro

José Antonio Campos
José Antonio Campos

En la mañana del 5 de abril el Teatro de la Zarzuela de Madrid ha avanzado en rueda de prensa los detalles de la que será su próxima temporada (la 2004/2005). Sigue ésta la línea de la anterior aunque hay algunas novedades significativas. José Antonio Campos aclaró que su política rendirá sus frutos más evidentes en un plazo medio y puso un horizonte: la gran temporada 2006/2007 en la que se celebrarán los 150 años de la inauguración del teatro. Especialmente positivo es el hecho de que habrá un mes más de actividad escénica puesto que el teatro abrirá sus puertas al público en septiembre con la que será única reposición del año, la ya mítica La del manojo de rosas (de Pablo Sorozábal) dirigida por Emilio Sagi. La segunda novedad (relativa, pues se trata de un campo ya antes abordado) es la inclusión de la música escénica contemporánea: el teatro programará dos obras en un acto de Sylvano Bussotti, La passion selon Sade y Sylvano, Sylvano, siendo de esta última el estreno mundial de la versión escénica. La tercera novedad es la creación de un abono conjunto entre los dos teatros líricos de la ciudad, hecho de excepcional importancia por cuanto supone una formidable plataforma propagandística para la relativamente desconocida programación del Teatro de la Zarzuela facilitando la apertura de este teatro a nuevos públicos.

El resto de aspectos de la temporada se podrían etiquetar de continuístas sin que a este apelativo se le tenga que asociar ninguna connotación negativa. Así el ciclo de lied que patrocina Caja de Madrid sigue viento en popa con la presencia de cantantes de extraordinaria relevancia (cabe destacar la despedida de Felicity Lott). Se repite un año más la experiencia del concierto proyección; esta vez se ha encargado a Jorge Fernández Guerra una banda sonora que acompañe a la película Don Quixotte (1933) de Georg Wilhelm Pabst. También el tema cervantino es el nexo de unión de las obras escénicas que conforman el programa doble propuesto para la nueva temporada, la zarzuela La venta de Don Quijote (de Ruperto Chapí) junto a la ópera El retablo de maese Pedro (de Manuel de Falla), constituyendo una interesantísima propuesta músico-teatral que dirigirá Luis Olmos. La recurrencia cervantina no es gratuita; su justificación es que estas iniciativas se engloban en el programa de actividades de las conmemoraciones del cuarto centenario de la publicación de El Quijote. Las tradicionales funciones navideñas y de fin de curso corresponden a dos obras líricas “de tirón”. En El asombro de Damasco (de Pablo Luna) Jesús Castejón continuará su hilarante lectura de la trilogía oriental del compositor aragonés mientras que en La parranda (de Francisco Alonso) Emilio Sagi planteará una visión universal y alejada del tópico regionalista.

El teatro por otro lado, como sede de las dos compañías nacionales de danza programa dicha disciplina como parte de su temporada. Así el Ballet Nacional de España presentará dos programas diferentes uno de ellos en homenaje al bailaor Félix, el loco. Por su parte la Compañía Nacional de Danza mostrará tres coreografías originales de su director, Nacho Duato: Synaphay, Falling Angels y Cautiva.

El Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid tendrá dos propuestas de diferente índole en el Teatro de la Zarzuela: La danza con el Nederlands Dans Theater presentando coreografías de Jirí Kylián y el teatro con La Comedie Française representando Le Malade Imaginaire de Molière.

El capítulo de las conferencias acerca de los títulos líricos programados (a cargo de los principales especialistas en la materia) sigue contando con la colaboración de la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid. En cuanto a las actividades para niños y jóvenes y las actividades “en familia” (hoy por hoy una quinta parte de las funciones líricas programadas) José Antonio Campos quiere que los esfuerzos se intensifiquen en el futuro.

Quizá el aspecto más positivo de toda la temporada sea el incremento de títulos en gira por diferentes ciudades españolas. Sin lugar a dudas Oviedo con su XII Festival de Teatro Lírico Español es el caso más relevante. Ocho títulos de lírica española –tres más que en la propia sede madrileña– se podrán ver el 2005 en el Teatro Campoamor en producciones del Teatro de la Zarzuela: tres de las producciones de este año en Madrid (las obras de Luna y de Sorozábal y el programa doble cervantino) más La Chulapona (de Federico Moreno Torroba), el programa doble La mala sombra/El mal de amores (de José Serrano) y El barberillo de Lavapiés (de Francisco Asenjo Barbieri). El Teatro de la Maestranza de Sevilla (con programa aun sin determinar), el Teatro Calderón de Valladolid (con El asombro de Damasco) y el recientemente inaugurado Auditorio Baluarte de Pamplona (con La del manojo de rosas) completan el panorama de giras de este teatro viajero aunque con casi total probabilidad se pueda unir a ellas La parranda en el Auditorio de Murcia. Como culmen de la proyección exterior del teatro destacamos la presencia del programa doble Chapí/de Falla en el Festival Internacional Cervantino de Guanajuato (México) importante escaparate del Teatro de la Zarzuela en el mundo iberoamericano.

Me resta añadir a modo de epílogo que la semana pasada fue hecha pública la programación de la próxima temporada del Teatro Real de Madrid. El género lírico español tiene felizmente un hueco destacable el curso que viene en el otro coliseo lírico madrileño. La presencia de La Dolores de Tomás Bretón abriendo la temporada lírica y de El dúo de La africana de Manuel Fernández Caballero repitiendo la experiencia de las últimas navidades a más de la ópera “italiana” Elena e Costantino (de Ramón Carnicer, en versión de concierto) vienen a enriquecer de forma nada desdeñable la oferta de lírica hispana del Teatro de la Zarzuela.

© Ignacio Jassa Haro 2004


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