La cita era en la Plaza de Santa Ana, corazón del Barrio de Las Letras de Madrid, en la cafetería “Miau” cuyo nombre recuerda la novela del mismo título escrita por Benito Pérez Galdós que nos permite introducir a nuestro personaje, uno de nuestros grandes y “jóvenes“ , aunque veterano según su fecha de nacimiento, Directores Escénicos “creadores“. Él ya había conocido a Galdós al estudiar y montar alguna de sus obras como La duda en 2006 o El abuelo en 2007, pero se trata de solo dos ejemplos de la extensa trayectoria de nuestro personaje, que ha montado unas 170 obras incluyendo teatro, zarzuela, revista, ópera… la mitad de ellas musicales. Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones (1961 y 1972). Para aquellos que no lo han hecho aún, recomendamos la lectura de su libro El teatro que he vivido. Memorias dialogadas de un director de escena. Todo un placer escuchar, aprender, recordar… ha sido una entrevista relajada con una persona muy joven de espíritu, que insiste en asegurar que nació en 1930 aunque cueste creerlo. Con ideas y visión actual de ese teatro musical que lleva en la sangre. Su diálogo es creativo, imaginativo, lleno de nombres que recuerda como si hablase de temas actuales, aunque estemos repasando montajes de hace cuarenta o cincuenta años. Decenas de nombres de artistas y cantantes, admirados y recordados, manan de sus labios. A través del cristal de la puerta de la cafetería se ve, a unos metros, el Teatro Español, donde el pasado verano montó y dirigió Las de Caín.
Revista, zarzuela, ópera, comedia,
teatro clásico…. ¿cuál siente más
cercano? Disfruto con el teatro musical, viéndolo, creándolo, dirigiéndolo. He visto más de ciento cuarenta musicales, principalmente en Londres y en Nueva York, lo que muestra que realmente soy un curioso de este tipo de espectáculos y en concreto de los más actuales. Hablemos de zarzuela. Un aspecto importante es cómo se da continuidad a las escenas, no me gusta hacer un oscuro, me gusta pasar de una a otra con imaginación, incluso añadiendo algún número del mismo autor, aportando nuevas ideas. Eso forma parte de la creación del director. Algunas obras pueden traerse a tiempos más cercanos pero siempre hay un límite del que no debe pasarse, pues si no “los actores vestidos de modernos, sin ideas, son como un ensayo general sin ropa”. Realmente me gusta inventar y crear siempre que se pueda. Está dirigiendo en estos momentos
La verbena de la Paloma en los Jardines de Sabatini con algún
número adicional. Háblenos de la idea. Se trata de La verbena de la Paloma a la que he incorporado algunos títulos de otras obras del género chico, conocidas, pero no tan populares como los números de la gran partitura de Bretón. Para no romper la estructura y el ritmo de la obra, se han añadido dentro de una escena en la que los personajes van realmente a la verbena. De esta forma no se pierde el hilo conductor de la obra. Después, la obra sigue con su estructura habitual. Siempre me he preguntado por qué los personajes de esta obra no van realmente a la verbena. La respuesta puede estar cerca de la idea de no prolongar la obra más allá de una hora, como exigía el género chico. Alguna persona, que no conocía la obra en detalle, me ha comentado que pensaba que los números añadidos formaban parte de la misma. Recordemos aquellas dos obras tituladas
Tiovivo madrileño y Casi un siglo de
zarzuela. Al fallecimiento de Torroba, Cayetano Luca de Tena escribió un texto que servía para combinar números de distintas obras del gran músico como un homenaje a su figura. Así nació Casi un siglo de zarzuela. Allí aparecían números de Azabache, La Caramba, Baile en capitanía, María Manuela, La chulapona… era 1982. Estuvieron Ángeles Chamorro, Antonio Blancas, María Muriz, Josefina Meneses, Antonio Ordóñez, Carmen González, Guadalupe Sánchez, Jesús Castejón, etc. con los coros del teatro dirigidos por el maestro Perera. Por su experiencia y desde su
posición libre, experimentada… ¿qué
aconsejaría a los actuales dirigentes del Teatro de la
Zarzuela? ¿Cómo ve el teatro
lírico español a medio plazo? ¿Cómo crea el montaje de
una obra? ¿Se basa en cómo la ha visto
anteriormente? Recuerdo la primera vez que vi La parranda en el Teatro Romea de mi Murcia natal, nada que ver con la última versión que hemos visto en el Teatro de la Zarzuela, tenía once años, cantaba Marcos Redondo, el teatro estaba engalanado para la ocasión y la gente vestía trajes típicos. Todas las vivencias influyen cuando se va a crear un montaje. Bajo su dirección han pasado
cientos de actores y cantantes. ¿Podría darnos el nombre de
cuatro de ellos?
Estrenó en París La
Feria del come y calla. Coméntenos algo de aquella
experiencia. Quince años al frente del Teatro
Nacional de Juventudes. ¿Qué recuerda de aquella
etapa? ¿Cómo fue aquel Festival
Iberoamericano de Zarzuela en La Habana? Se representaron María La O y Rosa la china por una compañía cubana y El barberillo de Lavapiés y El dúo de La africana dirigidos por mí. Todo ello en el Teatro García Lorca de La Habana. Después hicimos una "Antología del bolero", con un casting local. Como aspecto curioso te diré que las telas para el vestuario se tuvieron que traer desde México y las cremalleras y botones las llevábamos desde España.
12/IX/2012 |