Entrevistar a Josefina Meneses ha sido toda una experiencia, hemos conversado en su magnífica casa, exquisitamente decorada y cuidada hasta el máximo detalle, en compañía de su esposo Francisco (su mayor admirador), de nuestro común amigo Emilio García Carretero y de mi esposa Pilar. Hablar con Josefina es como participar activamente en la representación de una zarzuela, canta, declama, recita, actúa, contagia ... y te hace sentir partícipe de todo ello como si fueras una pieza mas de la obra. ¡Una gran cantante y actriz!. Josefina nació en un pequeño y bonito pueblo toledano llamado Ajofrín, donde mucho antes había nacido el maestro Jacinto Guerrero y donde vivió también el maestro Moraleda. Empezó sus estudios en el Real Conservatorio de Madrid y completó su carrera de canto con el maestro D. Miguel Barrosa. Su carrera artística la desarrolla en torno al teatro lírico español, sacrificando otras posibilidades que su categoría le hubiera permitido afrontar y en las que también habría triunfado. En 1963, debuta como soprano con la Agrupación Lírica de Amigos de la Zarzuela de Valladolid, interpretando el papel de Marola de La tabernera del puerto. En 1965 comienzan, en Puertollano, sus actuaciones como primera figura en la Compañía Lírica Titular del Teatro de La Zarzuela, debutando al año siguiente en Madrid. Desde ese momento y hasta la temporada 1997-1998 trabaja de forma continuada en las compañías más importantes del país y con los directores, musicales y escénicos, más relevantes. Como comenta su esposo, es posible que sea la cantante que más actuaciones ha realizado en el Teatro de La Zarzuela de Madrid. Tiene, en su repertorio, mas de cincuenta zarzuelas, cinco óperas y un oratorio (Cristo en el monte de los olivos, de Beethoven). Ha protagonizado el estreno mundial de dos obras musicales: Fuenteovejuna y Los vagabundos, ambas escritas, en su parte musical, por el maestro Moreno Buendía. Tiene grabadas para Televisión Española varias obras y dos CDs: La zapaterita y el Homenaje al maestro Alonso. Sus cualidades interpretativas, unidas a su calidad y técnica vocal, hacen que los que hemos tenido, y tenemos, la suerte de disfrutar con sus interpretaciones, nos sintamos en todas ellas transportados a los ambientes y situaciones que ella protagoniza. Hace unos días ha vuelto a participar en dos obras de su repertorio: Luisa Fernanda y La revoltosa con la Compañía Musiarte Producciones, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, recordando sus grandes actuaciones y recibiendo grandes aplausos.
Mientras que Paco muestra algunos álbumes de fotos de nuestra soprano a Emilio y a Pilar, mantenemos el siguiente diálogo con Josefina: ¿Qué tienes de común con el maestro Guerrero, además de haber nacido en Ajofrín? Mi pasión por la zarzuela y el haber interpretado varias de sus obras: La rosa del azafrán, Los gavilanes, La Alsaciana, El huésped del sevillano, La montería ... El maestro Guerrero fue un gran músico que siempre escribía pensando en el público, aunque a veces se olvidaba que los cantantes teníamos que "cantar" lo que escribía. ¿Qué recuerdas de tus comienzos en 1963 con tu Marola de La tabernera del puerto? Yo era muy joven, tenía 16 años, y resultó que mi trabajo, con la Agrupación Lírica de Amigos de la Zarzuela de Valladolid, fue el lugar de encuentro con grandes cantantes como Lina Huarte o Esteban Astarloa. Es en los comienzos cuando una aprende a quitarse los nervios. Recuerdo que representando el papel de Marola estuve un buen rato quitando y poniendo el tapón a una botella, sin darme cuenta, hasta que con una seña me avisó el director de escena. (Josefina recita un fragmento de Marola) Háblanos de tu Francisquita ¿Cuántas veces llegaste a interpretarla? Creo que la he representado cerca de quinientas veces. Es, sin duda, una de las obras que más veces he interpretado. (Josefina canta unas notas de la obra) Con el teatro de La Zarzuela la he hecho en tres diferentes montajes, el primero de Angel Fernández Montesinos en la temporada 1968-1969, el segundo el de Don José Tamayo en la temporada 1972-1973 y el tercero el de José Osuna en la temporada 1978-1979. Después la he interpretado con la Compañía Isaac Albéniz, dirigida por Ángel Fernández Montesinos y posteriormente en otro montaje dirigido por el Maestro M. Marco. Tenemos una especial admiración por el maestro Sorozábal, cuéntanos algo de él. Fue un gran compositor. De los últimos compositores grandes de zarzuela. Compuso obras difíciles de interpretar. He cantado algunas de sus obras: La tabernera del puerto (alguna representación dirigida por el propio Maestro Sorozábal), La del manojo de rosas, Katiuska, Don Manolito y sobre todo, recuerdo con mucho cariño la romanza de Adiós a la bohemia "Recuerdas aquella tarde ..." que he cantado en un concierto dedicado y con la presencia del Maestro en el Ateneo de Madrid , es una pena no poder verla en nuestros teatros. (Josefina canta un fragmento de Adiós a la bohemia.) ¿Qué representación fuera de España te trae mejores recuerdos? ¿ Porqué? Recuerdo mi actuación en el Kennedy Center de Washington con Pedro Lavirgen, con un gran éxito en las diferentes romanzas y dúos cantados y en particular cuando canté ese número tan popular de "De España vengo ..." perteneciente a la zarzuela El niño judío. También recuerdo La verbena de la Paloma y La revoltosa, cantada durante 15 días en Buenos Aires (Parque del Centenario) con la Compañía Lírica Nacional y los Coros y Orquesta de Teatro Colón, todos dirigidos teatralmente por José Luis Alonso y musicalmente por el Maestro Miguel Roa y en el que diariamente más de 10,000 personas aplaudían y braveaban las actuaciones. ¡Cuanto gusta nuestra Zarzuela fuera de España! Fuera de España no es fácil que conozcan tus dos grandes estrenos: Los vagabundos (Febrero de 1977) y Fuenteovejuna (Enero de 1981). Haznos una breve presentación de ambas obras. Tuve el enorme orgullo y placer de estrenar estas dos obras del maestro Moreno Buendía. Es una pena que no existan grabaciones comerciales de las mismas. Fuenteovejona se representó cuarenta y cinco veces (creo recordar) y se quitó por "necesidades de programación" con el teatro lleno en casi todas las representaciones. Yo me encontraba en mi salsa, el personaje que representaba era Laurencia, disfrutaba cantando las dos preciosas romanzas y los dúos y en cada una de las representaciones (Josefina recita unos versos) ponía todo mi esfuerzo. Nunca, cantando, me he reservado en una representación pensando en las siguientes actuaciones. Creo que el maestro Buendía creó musicalmente este personaje pensando en mí. Los vagabundos está basada en la obra del mismo título de Máxim Gorki, periodista y dramaturgo ruso, cuyo verdadero nombre era Alejo Pechkov. Musicalmente está sustentada en melodías de origen ruso. Recuerdo que cantaba dos preciosas romanzas y en particular la segunda en la que, mientras cantaba, me convertía desde una pobre del pueblo a una gran artista; todo ello con cambio, en el mismo escenario, de vestuario, boa de plumas y joyas, realizado de forma magistral por el ballet. También recuerdo la escena, al final, en la que debo representar a la protagonista en estado de embriaguez (Josefina declama la escena con una tremenda expresividad y transmitiendo sus sensaciones.) ¿Porqué solo dos grabaciones oficiales en audio? Realmente porque me dediqué a actuar, tuve grandes y largos contratos en el teatro y no me preocupé de este tema, a pesar de que el publico constantemente me solicitaba grabaciones. Lo que si es una pena es no tener ninguna grabación comercial de los estrenos mundiales Los vagabundos y Fuenteovejuna, y de otras obras como El joven piloto de Tellería, que representé con la Compañía Lírica Titular del Teatro de La Zarzuela en 1966, Gigantes y cabezudos, El dúo de la Africana, La revoltosa, La chulapona, etc. ¿Cuál es tu personaje, aquel con el que más te identificas? Disfruto cantando e interpretando todos los personajes, me meto en ellos y me transformo para hacerlos creíbles con la voz y la interpretación. Me encanta el papel de La Antonelli, de El dúo de la Africana, que parece hecho para mí y del cual he realizado mas de 100 representaciones. Me dirigió, magistralmente en todos sus montajes, José Luis Alonso, posteriormente lo he interpretado en las diferentes reposiciones y homenajes a ese gran director. Creo que a finales de 2003 se harán dos representaciones en el Teatro Real de El dúo de la Africana. Estoy espléndida de voz, el personaje requiere una mujer madura y me haría una gran ilusión y sería una culminación a mi carrera, poder representar alguna de ellas, estoy segura que si José Luis Alonso viviera, ya me habría contratado. Me gustan todos los personajes, destacaría a todos, pero entre ellos a la Francisquita de Doña Francisquita, la Rosina de La canción del olvido, la Paloma de El barberillo de Lavapiés, Marola de La tabernera del puerto, la Mari-Pepa de La revoltosa, la Pilar de Gigantes y cabezudos, la Bruja Blanca de Acevedo de La bruja, Maravillas de La calesera ... y tantos otros. Has trabajado con grandes directores: Alonso, Tamayo, Marsillach, Osuna, Deus, Balaguer, Pérez Puig, Sagi ... ¿Con quién te has sentido mas identificada? Todos se han portado muy bien conmigo, me han enseñado y les debo mucho. Siempre me han permitido ciertas libertades en la interpretación de mis personajes, dentro de las lógicas limitaciones. Todos han sido geniales. Tengo un recuerdo muy especial de José Luís Alonso por su gran amor y saber entender nuestra zarzuela. ¿Cuáles de los muchos piropos, que seguro has recibido, tienes en tu memoria? Han sido muchos, pero siempre recuerdo cuando desde el público me decían "¡BRAVA!", en lugar del clásico "¡bravo!". También recuerdo cuando me decían "¡¡GUAPA!!". Todo ello me motivaba aún mas para volcarme en la representación. Recuerdo que venían algunas familias a verme asiduamente y se sentaban siempre en el mismo sitio. El público es siempre una pieza clave para el cantante. En tu página web tienes un detalle muy completo de tu vida artística, que tienes que actualizar con tus últimas actuaciones. En ella aparece, siendo tu muy joven, como compañera de trabajo Selíca Pérez Carpio es a la única a la que antepones "Dña". ¿Porqué? Ella era Dña. Selíca para todo el mundo. Cuando coincidí con ella en la Compañía Lírica Nacional dirigida por Don José Tamayo, Don José la había recuperado para el teatro lírico como actriz-cantante de carácter y con más de 70 años cantaba e interpretaba sus personajes de forma inigualable. Durante varias temporadas trabajó con la Compañía. Especialmente recuerdo su actuación en el Teatro de la Zarzuela en la que, durante mas de 5 meses, interpretaba tarde y noche el papel de la Tía Antonia de la obra Gigantes y Cabezudos, se metía al público en el bolsillo. ¡Qué fortaleza! (Josefina nos recuerda algunas anécdotas de Dña. Selíca.) Tus compañeros siempre tienen palabras positivas de ti ¿Porqué? En esta profesión la competitividad se debe tener en el escenario, fuera de él todos somos iguales, tenemos los mismos problemas y nos debemos un gran respeto, creo que esta es la clave. Si cierras los ojos ¿Cómo ves a la zarzuela dentro de diez años? Los montajes deberían ser muy creíbles, utilizando todos los adelantos que la tecnología permita para mejorar la puesta en escena, pero no deberíamos perder la esencia que los autores quisieron dar a los personajes y a la obra. Es absurdo representar a Mari-Pepa obviando el hablar madrileño. Habrá, posiblemente, mas dinero y esto debería reflejarse en una mejor puesta en escena. Habrá grandes directores, grandes compañías y productoras, pero es imprescindible que se dé mas publicidad a los cantantes, a veces se hace publicidad de todo, pero no de los verdaderos responsables de éxito o fracaso: los cantantes. Muchas veces se va a ver una obra y no se sabe quien canta. Eso no tiene ninguna lógica (estamos totalmente de acuerdo con Josefina). Por último, cuéntanos alguna anécdota. Evidentemente tengo muchas, pero te contaré solo una. Ocurrió en el Teatro de la Zarzuela representando Jugar con fuego. En una escena con el gran tenor, prematuramente desaparecido, José Manuel Padín, un domingo con el teatro lleno, se quedó mudo en un diálogo que debería haber tenido conmigo, debido a que sus pantalones se habían caído a sus piés y no podía articular palabra, me acerqué a él y con energía le subí los pantalones. Él salió de escena y yo tuve que improvisar algunas frases hasta que posteriormente regresó, esta vez con los pantalones adecuadamente colocados y ajustados.
Hemos hablado de otras muchas representaciones y anécdotas, de Chorizos y polacos, de El caserío, de Marina, de Don Gil de Alcalá, de Luisa Fernanda, de La rosa del azafrán, de El rey que rabió, de La chulapona, de El cantar del arriero, de Molinos de viento, de La Alsaciana, de La calesera, de El gaitero de Gijón, de El último romántico, de La leyenda del beso, de La tempranica, de La parranda, de La del soto del Parral, de El niño Judío, de El huésped del Sevillano, de Jugar con fuego, de Maravillas La calesera ... Era tarde y teníamos que terminar esta grata reunión, ha sido un una velada inolvidable. Hemos disfrutado escuchando a Josefina, sintiendo y viviendo con ella sus personajes. Hemos sentido revolotear a nuestro alrededor las notas musicales de nuestros Barbieri, Sorozábal, Torroba, Caballero, Guerrero, Alonso, Vives ... y hemos notado las caricias de las ocurrentes frases de Federico Romero, de López Silva, de los Fernández Shaw ... todo ello transmitido por uno de los símbolos de nuestra zarzuela: Josefina Meneses. Cantante y al mismo tiempo actriz, debe servir de ejemplo a aquellas jóvenes voces que comienzan ¡Quién pudiera ver de nuevo a Josefina en La chulapona, o en El dúo de la Africana, o en cualquiera de sus grandes obras! Pedro Gómez Manzanares, 21 de julio 2003 © Pedro Gómez Manzanares , 2003 |