En la vertiente meridional de la Sierra de Guadarrama de Madrid se encuentra la Villa de San Lorenzo de El Escorial, allí nos encontramos, frente al Monasterio que fue mandado construir por Felipe II en el siglo XVI, con nuestro entrevistado Enrique Baquerizo. Un frío día de noviembre, el Hotel Miranda sirve de excusa para que Enrique comparta con nosotros su visión sobre la Zarzuela. La vida está llena de sorpresas. Hoy descubrimos, después de habernos conocido hace tiempo, que Enrique y yo hemos coincidido durante varios años estudiando en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación de Madrid. Él decidió, además, estudiar en la Escuela Superior de Canto de Madrid siendo becado, después de una audición, para la consecución de un Master en la Universidad de Michigan. Allí coincidió con otro gran barítono Carlos Chausson siguiendo carreras paralelas. Diez años en Estados Unidos dieron para muchas cosas, entre ellas para mejorar sus conocimientos musicales y vocales, teniendo que ayudarse económicamente con actuaciones en restaurantes, cantando con la tuna. Su debut fue con Pagliacci (Silvio) en Detroit, después vendrían sus grandes éxitos operísticos, Il barbiere di Siviglia (Figaro), Don Giovanni (Don Giovanni), Lucia di Lammermoor (Enrico), Le nozze di Figaro (Figaro), Armide de Gluck (Hidraot), Tosca (Scarpia), Madama Butterfly (Sharpless)…. Su faceta relativa al teatro lírico español le lleva a cantar Goyescas, Divinas palabras, Babel 46, Katiuska, La tabernera del puerto, El gato montés, Don Gil de Alcalá, La generala, La verbena de la Paloma, La canción del olvido, La gran vía, La revoltosa… actuando en EEUU, Australia, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Argentina, Puerto Rico, Méjico, Holanda…. Enrique acaba de representar en el Teatro de La Zarzuela La Verbena de La Paloma en el papel de Don Hilarión…
¿Crees que el espectador
acepta las diferentes visiones que, de una obra o de un personaje, tiene el
director escénico? (Enrique ha sido el protagonista en Don Quijote de Cristobal Halffter, El retablo de maese Pedro de Falla, La venta de Don Quijote de Chapí, Don Quijote en Barcelona de José Luis Turina, así como los ciclos de canciones de Maurice Ravel y Jacques Ibert sobre Don Quijote) Después de haber cantado e interpretado tantas veces el personaje de Don Quijote, ¿nos permites que te pongamos el sobrenombre de “El Quijote de la lírica”? Es cierto, he participado en diversas obras en las que El Quijote era el personaje protagonista. No, no me importa que lo hagas, es todo un honor. ¿Cómo ves la zarzuela?
¿Tienes algún diagnóstico para ella? Creo también que la zarzuela es víctima de esa habitual costumbre de minusvalorar aquello que tenemos cerca. Y no olvidemos la falta de apoyo oficial en algunas Comunidades... ¿Cómo imaginas la
zarzuela dentro de unos años?
Como anécdota y prueba de que la música española gusta en todo el mundo recuerdo que, viviendo en Nueva York, recibí una llamada del director de la Ópera de Saint Louis en Missouri, diciéndome que le había deslumbrado La verbena de la Paloma y quería programarla en la próxima temporada y que cantara yo el Julián.... en inglés. La música gustó mucho pero la gente no comprendió muy bien el argumento. Eso nos enseña que con obras tan costumbristas como esta, lo mejor que podemos hacer es dejarlas como están. Tampoco me gustaría que se tradujera Porgy and Bess al castellano. ¿Qué podemos importar
de otros países como EEUU, UK…?
26/XI/2013 |