Septiembre de
2011
La nueva temporada lírica española Hacía tiempo que no se vivía una sensación de pesimismo colectivo en España como la que ahora estamos atravesando. Si el teatro es parte de la vida -y así lo consideramos- no creemos que se pueda inferir que en tiempos de crisis sirva este espectáculo de lugar de evasión porque ir al teatro no es salirse de la vida, sino seguir en ella. Lo que sí que puede ocurrir, sin embargo, es que como parte integrante de la vida misma la crisis también le afecte, algo que a simple vista y tras la lectura de estas líneas podrá parecer una realidad lejana. Tal era el estado de dejadez (al menos en lo que al teatro lírico español se refiere) en el que las instituciones públicas y la iniciativa privada tenía sometido a este sector del teatro musical que la crisis que ahora vivimos en plenitud casi no se ha notado
Oviedo como segunda plaza zarzuelística del país ha reducido en uno el número de producciones de su temporada pero aun así son cuatro los montajes tanto del Teatro de la Zarzuela como de coproducciones en las que su Teatro Campoamor participa junto a otros coliseos. Tenemos no obstante conocimiento de que está preparando algún montaje dirigido al público infantil que todavía no ha sido anunciado. Bilbao se configura como el tercer punto de interés: Emilio Sagi además de hacer una concesión, que esperamos sabrosa, al repertorio (con La corte de Faraón) apuesta de nuevo por la recuperación de patrimonio, en esta ocasión con un Sorozábal muy castizo, Entre Sevilla y Triana, para el que ha sabido implicar a varios teatros españoles por los que luego paseará el montaje, como debe ser, en coherencia con el esfuerzo económico realizado.Valencia es la otra gran plaza activa de la península gracias a que a la esporádica preocupación de los dos Palaus por la lírica hispana (con interesantes rarezas como El amor brujo en escena junto a La vida breve para Les Arts y Roger de Flor en concierto en el de La Música) se suma un festival de zarzuela recién nacido en el Teatre Principal que enriquece su única producción escénica (de Marina, en versión ópera, ¿por qué no en la mucho menos conocida e interesante versión zarzuelística?) con dos conciertos con orquesta, un recital y una conferencia. Deseamos el mejor de los resultados a esta valiente y ambiciosa iniciativa.
Otros teatros líricos dedicados a la ópera recogen al menos un título de zarzuela (el Maestranza sevillano, el Calderón vallisoletano, el Cervantes malagueño, el Gran Teatro cordobés) en producciones de la Zarzuela o del Español aunque otros centros que casi siempre lo hacían parecen haberse olvidado de esa buena costumbre (¡¡como el Villamarta jerezano!!). Sin embargo este curso varias orquestas han huído de las más tradicionales galas (que aún así conjuntos sinfónicos como los de Castilla y León o de Baleares incluyen entre sus conciertos extraordinarios) para interpretar versiones concertantes de mucho interés. Destacamos a la Sinfónica de Navarra (con El dominó azul), al conjunto sinfónico del Gran Teatre del Liceu (con El giravolt de maig en el Palau de la Música Catalana), a la Sinfónica de Galicia (con Cádiz), a la Real Orquesta Sinfónica sevillana (con Cristoforo Colombo de Carnicer) o a la Orquesta de Valencia (con la ya mentada ópera de juventud de Chapí). Barcelona, auténtica cenicienta de la zarzuela va a poder vivir una experiencia única con la interpretación de un, de seguro polémico, Amadeu en la temporada del Teatre Lliure; también acoge su Teatre Coliseum una temporada otoñal de una compañía lírica visitante (Siglo XXI) con la que paliar la sempiterna ausencia de apoyo institucional al género (ni siquiera los Amics de l'Òpera de Sabadell han podido hacer este año un montaje escénico y se limitan ya, por segundo año, a una gala lírica de zarzuela que se podrá ver tanto en el Teatre Municipal La Faràndula de Sabadell como en el Teatre Auditori de Sant Cugat del Vallès).
Una temporada en suma con sombras (presupuestarias pero sobre todo de ambición artística de los programadores) y luces (principalmente porque en ella hay verdaderas perlas dignas de ser degustadas) y donde reiteramos que la crisis de la vida no acentúa la crisis de la lírica española. ¡Disfrútenla! © Ignacio Jassa Haro 2011 Anuncio de la elección del nuevo director artístico y presentación de la nueva temporada del Teatro de la Zarzuela
La fecha de incorporación de la flamante cabeza gestora nos permite entender por qué la presentación del nuevo curso del Teatro de la Zarzuela, en cuya preparación no ha tomado obviamente parte, no contó con la presencia de Pinamonti, aunque sí con la del director artístico saliente, Luis Olmos, y con la del director musical de la casa, Cristóbal Soler, que han sido los que han dado forma a la propuesta artística que se va a disfrutar este año teatral. Olmos será responsable del montaje de la primera de las producciones líricas que se verán este curso: un atractivo programa doble de género chico conformado por El trust de los Tenorios (con música de Serrano sobre libreto de Arniches y García Álvarez) y El puñao de rosas (firmada por Chapí, Arniches y Asensio Mas). Sin lugar a dudas se va a tratar del montaje de la temporada por la relevancia de rescatar un título ínfimo y divertidísimo de Serrano y por la poca frecuencia con que se puede disfrutar del clásico de Chapí, más conocido por sus grabaciones discográficas. La otra producción de interés es un nuevo montaje de El gato montés (de Penella) con regia de José Carlos Plaza, una obra no vista en este teatro desde 1992 cuando se coprodujo con la Exposición Universal sevillana; el saber hacer de este elegante director y del equipo artístico del que se acompaña nos hacen "temernos" un montaje de belleza deslumbrante. Dos reposiciones de éxitos seguros, Los sobrinos del capitán Grant (de Caballero y Ramos Carrión), que no por muy vistos resultan menos apetecibles en las navidades madrileñas, y La chulapona (de Moreno Torroba, Romero y Fernández Shaw), que cerrará la primavera con su espíritu ochentero por el que parecen no haber pasado los años, completan el capítulo de producciones de zarzuela.
La gran novedad de este curso es el ciclo de conciertos líricos, nada menos que seis, que ayudarán a ampliar el repertorio de zarzuela abordado escénicamente y a dar cabida a muchas voces relevantes. Cada concierto tiene interés propio. El inaugural porque tras una primera mitad zarzuelera dedica toda su segunda parte a la revista, demasiado tiempo ausente de este coliseo, contanto para ello con cantantes con una impronta muy actoral. El segundo por la relevancia de la voz de José Bros, esperemos que comprometida con un repertorio algo menos trillado que el de su anterior aparición concertante en estas tablas. El tercero por el enorme interés musical y artístico de los coros de zarzuela y por la maestría en estos menesteres del conjunto titular de la casa comandado por el maestro Antonio Fauró. El cuarto porque creemos que será el nacimiento de una nueva tradición: la de plantear nuestra réplica a Viena con el repertorio instrumental del género chico como festiva despedida del año. El quinto por el carisma de una cantante, Nancy Fabiola Herrera, que va a explorar lo gitano en la lírica. Y por último el sexto, con una versión concertante de la zarzuela El relámpago de Barbieri, por la absoluta necesidad de explorar nuevos títulos a través de su interpretación musical antes de comprobar su viabilidad dramática haciéndolo además con las mejores garantías interpretativas. Vaya desde aquí nuestra más sincera admiración hacia los responsables de este ambicioso ciclo por sacar adelante este proyecto en tiempos tan difíciles donde lo más fácil habría sido recortar y no sumar.
Dos óperas en junio integradas en el festival operadhoy, Grâce à mes Yeux (de Oscar Bianchi y Joël Pommerat) y Geblendet (de Manuel Hidalgo, Michael Beil, Hans Jürgen, Mischa Käser y Filippo Perocco), la presencia del Ballet Nacional de España y de la Compañía Nacional de Danza, los ocho recitales del XVIII Ciclo de Lied, la final del Concurso de Canto de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero o el ciclo de conferencias sobre los títulos de la temporada lírica que patrocina la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid, completan una temporada que esperamos sea la del comienzo de un cambio para bien que desde hace mucho tiempo necesita el Teatro de la Zarzuela. Al igual que en anteriores temporadas [véase aquí una retrospectiva de nuestras críticas del curso recién concluido, 2010/2011] desde ZARZUELA.NET seguiremos puntualmente todos estos eventos. © Ignacio Jassa Haro 2011 EVENTOS DESTACADOS DE LA
TEMPORADA DE ZARZUELA 2011/12
25/IX/2011 |