Homenaje
Un breve obituario de Christopher Webber La muerte en Madrid del tenor y actor Enrique del Portal, tras una reciente caída, rompe uno de los últimos puentes con el glorioso pasado de la zarzuela. Las trágicas circunstancias de su deceso, en un momento en el que – según su viuda, la cantante y empresaria Nieves Fernández de Sevilla – las autoridades sanitarias de la ciudad fueron incapaces de proporcionarle la asistencia que requería, debido a la terrible pandemia de coronavirus, han ensombrecido inevitablemente la justa ponderación que su extensa y notoria carrera artística merecía. El tiempo, sin duda, sabrá poner las cosas en su sitio. Portal había debutado en 1959 en el Teatro Fuencarral de Madrid, tras formarse en el Real Conservatorio de la capital. Tres años más tarde logró un contrato como tenor principal en el Teatro de la Zarzuela, donde encarnó con gran éxito a los primeros papeles masculinos de El caserío, Marina y La tabernera del puerto (bajo la dirección de su propio autor, Pablo Sorozábal). Continuaría actuando en muy diversas producciones de zarzuela, ópera y opereta por toda España, y también en giras por Hispanoamérica, como colaborador habitual de la compañía de José Tamayo. Una vez especializado en roles “de carácter”, hizo suyos, entre otros, los personajes de Cardona (en Doña Francisquita), Atenedoro (La revoltosa) y, mucho después, el Don Hilarión de La verbena de la Paloma; actuando con frecuencia junto a su siempre amigo y colega Alfredo Kraus. Fueron particularmente memorables sus creaciones del Casto José, en La corte del Faraón, así como del protagonista de El barberillo de Lavapiés. Participó también en La vida breve – junto a un joven José Carreras – y en El retablo de maese Pedro, de Manuel de Falla. Fue contratado por el Teatro de la Zarzuela para el esperado estreno mundial de la ópera Juan José, de Sorozábal, en 1979, y, ante su desgraciada anulación, tomó parte en La del Soto del Parral, su apresurada sustituta en cartelera. Con el tiempo, ampliaría su larga carrera escénica asumiendo muchos papeles cómicos en el Teatro de la Zarzuela. Además, fue nombrado por el Ministerio de Cultura “Profesor Superior de Canto”, y recibió prestigiosos reconocimientos, entre los que destaca el Premio Federico Romero de la SGAE. Su excelente dicción, clara presencia vocal y sobria comicidad – buscando la sonrisa más que la carcajada gruesa – fueron el sello distintivo de su personal estilo como actor cantante. Por otro lado, participó en multitud de registros sonoros y audivisuales de zarzuela, entre los que destaca su modélico Cardona grabado para Carillon en 1974, dando réplica a Kraus en una completa Doña Francisquita. Este legado garantiza la pervivencia de su voz y entrañable presencia. © Christopher Webber y (trad.) Mario Lerena, 2020 in English 26/III/2020 |