Deutsche Grammophon


 Deutsche Grammophon 0044007628096

La bruja
Ruperto Chapí

Nueva grabación de DG, con José Bros

La bruja (Ruperto Chapí/Miguel Ramos Carrión y Vital Aza). Nancy Fabiola Herrera (La Bruja / Blanca de Acevedo), José Bros (Leonardo), Susana Cordón (Rosalía), Julio Morales (Tomillo), Marta Moreno (Magdalena), Javier Roldán (El cura), Fernando Latorre (El Inquisidor), Coro de los Amigos de la Ópera del Teatro de la Maestranza, Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, Miguel Roa (dir.)

Deutsche Grammophon 0044007628096 (dos CD's) [108:47]


¿Tanta fuerza tiene una mera palabra? Como el doctor Emilio Casares me recalcó en el congreso dedicado en 2009 a conmemorar el centenario de la muerte de Ruperto Chapí, si este compositor hubiera denominado a sus zarzuelas en tres actos como opéras comiques, que es lo que esencialmente son, su nombre habría sido mucho más conocido fuera de España. Zarzuelas grandes como La tempestad, El milagro de la Virgen y La bruja siguen las líneas básicas de piezas como La muette de Portici, La dame blanche u otras viejas glorias del repertorio francés, que sin lugar a dudas han resistido el escrutinio de la crítica. Pero la simple palabra ‘zarzuela’ todavía hoy espanta a los programadores de ópera, y ¡qué injusto resulta esto para Chapí y sus compañeros de generación!

Pero pongamos ya los pies sobre la tierra para decir que La bruja fue uno de los primeros éxitos de la carrera de Chapí. Su combinación de drama serio y sobrenatural y humor pueblerino –típica de las comedias aúreas de Lope de Vega, a las que el libreto de Miguel Ramos Carrión rinde homenaje– se refleja en la ecléctica partitura de Chapí, que aúna el ingenio de Auber con la ensoñación romántica de Weber, exhalando por el camino el aroma de Gounod –por no mencionar el peso de las canciones y bailes populares españoles, rondalla incluida–. Encontramos incluso en ciertos pasajes toques sorprendentemente avanzados en los que uno juraría que está escuchando a Manuel de Falla. El dominio técnico de Chapí y su gran sentido del teatro dotan a todo ello de coherencia. Y si a eso se une un puñado de grandes melodías, nos encontramos con una de las piedras angulares del repertorio operístico español.

La partitura fue pensada para lucimiento de la gran estrella de los escenarios madrileños, el tenor Eduardo Bergés, de modo que el rol central recáe sobre el joven soldado al que se encomienda liberar a la bella Blanca de un encantamiento que la ha envejecido y deformado horriblemente. La música cantada por Leonardo llega muy honda, incluso en el propio canto de despedida de su tierra navarra “Adiós, risueños campos”, una de esas impresionantes anticipaciones a Falla que ponen los pelos de punta. El protagonista de la apreciada versión del LP de discos Alhambra publicada en 1972 (y transferida a CD después por BMG) fue Alfredo Kraus en uno de sus papeles de referencia, aunque José Bros supera igualmente las exigencias belcantistas que le exige Leonardo. Si por un lado adolece del imperioso timbre de Kraus en los agudos, su calor humano lo compensa resultando muy agradable de escuchar en todo momento. Su Brindis (No.15) del último acto es especialmente bueno.

En cuanto a la propia bruja Nancy Fabiola Herrera también se enfrenta a una tarea complicada tratando de superar la hechicera contribución de Teresa Berganza en el álbum de 1972. A pesar de todo, su broncíneo tono de impecable emisión es asimismo muy grato al oído y en la serie de cruciales dúos que mantiene con José Bros ambos artistas interactúan mejor que sus estelares competidores. Con la excepción de un ovino Inquisidor el nuevo reparto secundario está a la altura del antiguo. El Romance Morisco (N.º 1-C) de Susana Cordón es otra de esas anticipaciones de Falla a la par que un gran momento de la partitura, que esta soprano sabe cantar y decir con pericia. A mí me gusta especialemente el Tomillo de Julio Morales. Claramente contrastado de Bros, Morales canta con limpieza y claridad sin forzar el habla pueblerina. La dirección musical de Miguel Roa es sensible y la interpretación de la orquesta resulta a menudo emocionante como en el famoso final a tiempo de jota del Acto I (N.º 8-C) con sus bramantes trompas. Es un auténtico placer poder escuchar mucho mejor la mágica instrumentación de Chapí que tan pálido reflejo tuvo en 1972 en la grabación de Alhambra/BMG.

Nos encontramos por tanto con una Bruja mejorada. Pero no por ella libre de algún maleficio. El director de escena Luis Olmos optó por cortar el vigoroso coro del Rataplán (N.º 19) que aporta cuerpo a la trillada acción del Acto III, algo que no debería haber servido de excusa para no ensayar e incluir dicho número en este álbum. Además su texto aparece desconcertantemente incluido en el libreto publicado (junto a otras muchas partes no cantadas) y su número y nombre están incluidos en la lista de pistas, lo que podría revelar la intención inicial de incluirlo. Su omisión es muy decepcionante. Los diálogos y algunos significativos melodramas han sido también eliminados, a pesar de que esta versión de DG contenga alrededor de veinte minutos de música ausentes de la de su rival de Alhambra/BMG, que desafortunadamente omite también el Rataplán. Se ha perdido gratuitamente una oportunidad de grabar en su integridad una gran zarzuela grande.

La grabación ha sido obtenida en apariencia a partir de dos representaciones con público en el sevillano Teatro de la Maestranza, aunque la ausencia de ruidos de la audiencia o de la escena en los dos primeros actos pone en evidencia que también se emplearon otras tomas; además, las cadencias alteradas digitalmente ensombrecen los aplausos que pudieran seguir a algunos números individuales. En general ese efecto no queda mal aunque pueda llegar a resultar ridículo en algún momento como cuando una oleada creciente de aplausos se desvanece de pronto por arte de magia dejando únicamente un eco orquestal en el acorde final de la obra. Por primera vez en su reciente serie de grabaciones de zarzuela DG ha descuidado en este importante lanzamiento la inclusión de notas y traducciones en inglés. Esta pobre estrategia de distribución exclusivamente nacional ya irritó a más de un potencial comprador (¡e incluso a algún miembro del reparto!) del excelente registro de La Tempranica lanzado hace un par de años, pero en esta ocasión DG ha dado un insultante paso adelante. Es un deprimente borrón en un, por lo demás, altamente recomendable producto. ¿Pero es que DG no quiere en verdad venderlo?

© Christopher Webber 2011
Traducción española © Ignacio Jassa Haro 2011


 en inglés
 la bruja - sinopsis argumental inglesa
 revista discográfica
 portada de zarzuela.net

9-IX-2011