Julio Morales expone su programa político a la cámara
El rey que rabió

Libro • Miguel Ramos Carrión & Vital Aza
Música • Ruperto Chapí


Madrid, Teatro de la Zarzuela
(Nueva producción, 20 de abril y 10 de mayo de 2007)

Ignacio Jassa Haro


¡Vota al rey!

A escasas semanas de que se celebren elecciones municipales y autonómicas en España, el Teatro de la Zarzuela estrena nueva producción de El rey que rabió, una obra muy pero que muy política. El director de la casa, Luis Olmos, se enfrenta a su tercer Chapí apostando de nuevo por la multidisciplinariedad en escena. Al consustancial componente musical y teatral no sólo une la, para él normativa, danza sino que además se asoma con pasión a otro universo escénico, el del circo. La justificación, innecesaria, de esta amalgama artística tan lograda es la ambientación de la historia narrada en un ámbito de inocente fábula infantil.

Sin embargo, esa excusa no se la cree nadie. España ha sido, es y será siempre un circo –dicho sea esto con la peor intención– aunque no creo que se trate del único lugar del mundo con semejante perfil. ¿Qué sociedad no funciona bajo insostenibles contradicciones o avanza sepultando a su paso mentiras inconfesables? Los sagaces Ramos Carrión y Aza supieron plasmar en los mágicos couplets del rey, en el primer cuadro de esta zarzuela, un auténtico “programa electoral” que dista bien poco de la utopía –¿o sería mejor llamarla “mentira”? – política de hoy en día. El rey es para los autores de esta zarzuela un trasunto no ya del poder ejecutivo (en la actualidad repartido en España, por mor de la descentralización, entre varias administraciones públicas) sino del propio sistema en el que las necesidades del administrado se quedan años luz por detrás de las acciones de gobierno de los que administran.

El equipo artístico liderado por Olmos ha logrado un montaje de impactante belleza visual, con un acabado escenográfico industrial y un tanto frío que contrasta con la calidez de la iluminación y el vestuario. La romanza de Rosa es quizá el momento culminante de la puesta en escena, con una perfecta simbiosis de los elementos plásticos (incluidos los coreográficos) a la que se une una maravillosa compenetración en lo musical entre Susana Cordón y la orquesta, gobernada con un absoluto sentido de la escena por Miquel Ortega. Jorge de León no consigue dotar del indispensable tono bufo a su rey; por momentos se toma tan a pecho su papel que nos hace dudar de nuestras arraigadas convicciones republicanas. La falta de idoneidad de León para este rol no es, en cualquier caso, responsabilidad exclusiva suya: ¿por qué se insiste en hacer que lo canten tenores cuando está pensado para que lo “interpreten” tiples? No reclamamos la recuperación de la idea original de Chapí por una cuestión de tozuda ortodoxia filológica sino porque creemos que el travestimiento del personaje protagónico enriquece su dramaturgia.

Emilio Sánchez, Luis Álvarez, Emilio García Carretero y Amelia Font dibujan un Jeremías, un General, un Juan y una María plenamente eficaces en lo canoro pero bastante convencionales en lo hablado, algo que es sin duda responsabilidad de la dirección de actores. Hay que denotar en cualquier caso que esa directriz no es una deficiencia sino un intencionado cambio de énfasis desde el texto dialogado hacia otros valores escénicos. El cuerpo de bailarines y artistas de circo adquiere aquí el protagonismo que los personajes “pierden”. Sus coreografías y ejercicios acrobáticos, entremezclados con talento, se integran con una total naturalidad en el discurso dramático. Los figurines que casi definen una nueva “especie” de seres humanos –unicejos y cuellicortos– y el espacio escénico, totalmente abarcable por solistas, coro, bailarines o artistas de circo, están pensados también para marcar ese alejamiento de lo textual y esa inmersión en lo visual y lo corporal; vestuario y escenografía son brillantes y bellos pero se encuentran muy alejados del canon clásico. La música tan sabiamente escrita por Chapí, para concluir, es tratada por Ortega con mimo; los idóneos tempos, las ajustadas dinámicas o los bellos colores orquestales (que encuentran su reflejo en escena merced al trabajo del iluminador) contribuyen a dar brillo y realce a una elocuente sintonía electoral. ¡Yo a este rey sí que le voto!


Eliana Bayón, segadora de amor

Una segunda vuelta con otro candidato

Acudo el día 10 de mayo a ver el otro reparto de la nueva producción. La enorme capacidad de comunicación de Julio Morales, que descansa en una potente fisicidad y en una heterodoxa pero muy expresiva línea de canto, me hace percibir el rol titular de esta obra de una manera muy diferente a cómo siempre lo había visto. La zarzuela es un teatro lírico de actores que tienen que saber cantar y cuando eso ocurre, la plenitud alcanzada resulta gozosa. Eliana Bayón a pesar de una cierta rigidez escénica consigue empastar muy bien con el rey de su corazón. José Miguel Pérez-Sierra extrae de la orquesta momentos de feliz recordación. ¡Larga vida al rey que rabió!

© Ignacio Jassa Haro 2007


El rey que rabio

Reparto: El rey – Jorge de León (20 de abril)/Julio Morales (10 de mayo); Rosa – Susana Cordón (20 de abril)/ Eliana Bayón (10 de mayo); María – Amelia Font; El general –Luis Álvarez; Jeremías – Emilio Sánchez; El almirante –Lorenzo Moncloa; El intendente – Francisco Javier Jiménez; El gobernador – Fernando Latorre; El capitán – Ismael Fritschi; Juan – Emilio García Carretero; El alcalde – Celestino Varela; Paje 1º/Bailarín – Luis Romero; Lorenzo – Luis E. González; Aldeano – Román Fernández Cañadas; Aldeana – Ana Santamarina; Centinela/Paje 2º – Marcos Rivas; Artistas de circo; Ballet; Figuración; Coro del Teatro de la Zarzuela (Dirección – Antonio Fauró); Orquesta de la Comunidad de Madrid; Dirección musical – Miquel Ortega (20 de abril)/José Miguel Pérez-Sierra (10 de mayo); Dirección de escena – Luis Olmos; Escenografía – Juan Sanz y Miguel Ángel Coso; Figurines – Pepe Corzo; Iluminación – Fernando Ayuste; Coreografía – Michelle Man y Luis Olmos
Edición crítica de la partitura y el texto a cargo de Tomás Marco (Ediciones Iberautor, Promociones Culturales SRL/Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 1996)


in English
portada de zarzuela.net