En esta ocasión la cita es en Pozuelo, un pueblo muy próximo a Madrid en el que se funden dos generaciones, aquella que durante los años treinta, cuarenta y cincuenta, del pasado siglo, acostumbraba a ir a Pozuelo a veranear y aquella que desde los años 80, hasta nuestros días, está copando cada metro cuadrado util del término municipal. Nuestro personaje pertenece a ese primer grupo que después de finalizar los exámenes en Junio se trasladaba, con su familia, a pasar tres meses de verano en su casa de Pozuelo.

Frente a la estacion del ferrocarril, muy cerca de donde estaba hace años el Casino Cultural y con puntualidad inglesa, coincido a las 12:00, hora de la cita, en la puerta de la cafetería en que nos habíamos citado, con el Maestro Don José Perera, al que había intentado entrevistarle anteriormente pero no había sido posible.

Don José Perera nació en Madrid en 1920, siendo uno de los seis hermanos que componían esta musical familia. Don José cursó sus estudios en el Real Conservatorio de Madrid, creando en 1950 la “gran obra de su vida” el coro Cantores de Madrid. En 1956 comenzó a dirigir el Coro Titular del Teatro de La Zarzuela con el montaje de José Tamayo de La Francisquita, con Alfredo Kraus, Ana María Olaria e Ines Rivadeneira entre otros. En 1960 consigue el Premio Nacional de Teatro y en 1965 el premio al Mejor Director de Coros donado por el Ministerio.

¿Qué aficionado no tiene grabaciones de zarzuela en la que participe el coro Cantores de Madrid dirigidos por Don José Perera? Una infusión de manzanilla y un zumo de naranja frente a nosotros, inspirarán preguntas y respuestas.

Maestro, dos pinceladas para comenzar: ¿Cuántas grabaciones ha realizado y en cuantas películas ha intervenido con sus coros?

En torno a 135 grabaciones en disco. Recuerdo que nosotros grabamos los primeros discos estereofónicos para la casa Columbia a 33 rpm con el maestro Manuel Parada. Respecto al número de películas y con intervenciones de mayor o menor importancia, unas 235. Recuerdo algunos títulos, quizás no conocidos fuera de España, pero que aquí fueron muy populares: Pequeñeces, Teatro Apolo, Doña Francisquita, Todo es posible en Granada, Marcelino pan y vino (con música de Don Pablo Sorozabal) La casa de la Troya, etc.

Háblenos de esa década tan importante para Vd, 1950 – 1960.

(El Maestro abre su cartera y comienzan a liberarse los recuerdos allí escondidos. Me entrega un libro, no de muchas hojas, con un interesante resumen de todo lo acaecido en esa década, y me lo dedica: “A Pedro Gómez, excelente zarzuelista, amigo de verdad, con mucho afecto”)

Esa década fue clave en mi vida, fueron años vividos y sentidos de una forma muy intensa. Tuve la suerte de convivir con un grupo magnífico de personas que además eran grandes profesionales, pero no solo con aquellos que formaban parte del coro si no también con aquellos solistas con los que tuvimos el placer de trabajar.

Tuvimos un coro infantil de mas de veinte niños, algunos de los cuales llevaban el apellido Perera, pués también formaban parte de nuestra vida familiar.

¿Qué cantantes estuvieron en sus coros que pudieran ser reconocidos por nuestros aficionados?

Han sido muchos, unos llegaron lejos y otros, aún mereciéndolo, no llegaron donde podrían haber llegado. Respondiendo a tu pregunta, recuerdo a Julita Bermejo, Lupe Sanchez, Pedro Lavirgen, Rafael Maldonado, Lola Casariegos, Pepín Manzaneda, y curiosamente José Luis Moreno, que es muy conocido no por sus exitos como cantante, si no por su labor como productor de espectáculos, entre ellos zarzuelas. También estuvo con nosotros una persona a la que considero casi de mi familia, me estoy refiriendo a Teresa Berganza. Pero no son ellos los únicos que han participado en alguno de los coros que he conducido, también están en mi memoria los siguientes nombres: Milagros Martín, Alicia Armentia, Fernando Grijalba, Ricardo Muñiz, Carlos Bergasa, Luis Villarejo, Rafael Lledó, Luis Bellido, Federico Gallart, Mario Ferrer, Rafael Campos, Pilar Lorengar, Maricarmen Ramírez, Pedro Osinaga, Carlos Cruz de Castro, Max Bragado, Miguel Roa y Adolfo Garcés.

¿Podría recordarnos algunos nombres de directores escénicos y musicales?

A nivel musical Argenta, con el que hicimos muchas grabaciones, tambien vienen a mi memoria García Leoz, José Luis Lloret, Manuel Parada, Toldrá, mi hermano Julian, Klatovsky, Senen, Estela ... Hemos trabajado con numerosos directores de escena, recuerdo a Luca de Tena, Caballero, Tamayo, Perez Puig, Luis Escobar, Valeriano Andrés ...

En la década de 1950 – 1960, ¿con qué orquestas estuvieron trabajando?

Con la Orquesta Nacional de España, con la Orquesta de Cámara de Madrid, con la Filarmónica de Madrid, con la de Radio Nacional de España, con la del Teatro de La Zarzuela etc.

En esa década famosa ¿qué obras montaron a nivel escénico?

La verbena de la Paloma, La revoltosa, Agua, azucarillos y aguardiente, Primavera del Portal, Noche de San Juan, Fuenteovejuna, La gran vía, Felipe II, La vida breve, Los encantos de la culpa, Dido y Eneas y La Orestiada.

(El Maestro se emociona, sus ojos enrojecen y humedecen y tras los cristales de sus gafas se intuye la emoción asociada a los maravillosos recuerdos que estamos trayendo a esta mesa)

¿Qué piensa cuando a un cantante, principalmente sopranos, no puede entenderse lo que cantan?

¡Que no vocalizan! ¡Hay que vocalizar! No se puede cantar una zarzuela sin que se entienda el texto, no tiene ninguna lógica, el texto es una parte clave dentro de este tipo de teatro lírico.

A veces, cuando en las emisoras de radio o en otros medios de difusión, se habla de alguna grabación y mencionan el nombre de los solistas pero no se menciona al coro. ¿Qué piensa en esa situación?

Si, es cierto, se olvidan del coro y al igual que la música o el libreto o la orquesta, el coro es también una pieza clave en una zarzuela. Si canta un terceto, siempre se menciona el nombre de los tres solistas, pero si además participa el coro - ¿porqué no se le menciona?. Sinceramente me molesta que eso ocurra.

(El Maestro está tan absorto con la conversación, que aún no ha empezado a beber su zumo de naranja)

Háblenos de Tamayo.

El primer contacto que tuve con él fue en un montaje de La verbena de La Paloma en La Corrala. Él me llevó al Teatro de La Zarzuela para montar La Francisquita de Kraus. Te contaré una anécdota que recuerdo, se trata del día del ensayo general ante un montaje de Bohemios del maestro Vives. A Tamayo se le ocurrió, ese mismo día, que en el conocido “coro de bohemios”, el coro debería ir avanzando, al compás de la música, desde el fondo del escenario hacia el frente, de forma que la última nota coincidiera con la llegada al borde del escenario por parte del coro. Nos pareció atrevido este cambio, justamente el día del ensayo general, pero todo salió perfectamente en el estreno y resultó un éxito. Después se ha copiado en otras producciones.

¿Sabías que Pedro Lavirgen debutó como solista en Marina? Aquel día nos falló el tenor y entre el coro, Pedro conocía perfectamente el papel y su voz le permitía sustituirle. Fue Rafael Maldonado, su paisano, quien me lo presentó para su inclusión en nuestro grupo.

(Tuvimos la suerte de conocer en persona, hace dos años, a Rafael Maldonado, en su casa-museo situada en el bonito pueblo de Córdoba, Aguilar de la Frontera)

Háblenos del homenaje que le hicieron el pasado año en el Teatro de La Zarzuela.

Pues si, fue un acto muy emotivo, dieron mi nombre a un palco, precisamente el que está al lado del que en su día concedieron a Plácido Domingo. Todo ello ocurrió el 13 de junio de 2004. ¿Recuerdas que nos vimos allí?

(Allí estuvimos ese día. Muchos amigos acompañaron al maestro, representantes de su coro, políticos, periodistas, familiares)

¿Qué recuerda de sus comienzos en nuestro género lírico?

Éramos una familia de músicos, todos los hermanos tocábamos el piano y veníamos a veranear, después de los exámenes de Junio en el colegio, a Pozuelo. Allí hacíamos fiestas, verbenas en el jardín y en el Casino Cultural hacíamos baile y teatro infantil al principio y posteriormente teatro mas serio. Allí empecé haciendo el papel de Don Hilarión, en el teatro infantil, a los ¡9 años! Mi hermano Plácido, que era un gran pianista, escribió y estrenó allí una opereta y mi hermano Julian también colaboró mucho en estos montajes, él daba clases de canto. Recuerdo que montamos El puñao de rosas, La revoltosa y tantas otras.

Nosotros vivíamos en Madrid en la calle Conde de Romanones números 8 - 10, allí pasamos la guerra civil, de bombardeo en bombardeo, cuando esto ocurría bajábamos al sótano donde nos refugiábamos hasta que pasase el peligro, incluso llegamos a dormir allí en camas improvisadas, formadas por simples mesas.

(El maestro tiene interés en volver a casa, parece el momento de dejar de disfrutar con su conversación, con sus conocimientos y con sus anécdotas.)

Hemos pensado coronar esta entrevista con la opinión escrita de personas importantes de nuestro teatro lírico. Para evitar extendernos, hemos transportado al papel, algunas de sus opiniones, y dentro de estas, aquellas frases que cada uno de ellos dedican a Don José Perera:

Teresa Berganza: “Mi querido amigo, casi hermano, Pepe Perera, que con la ayuda de todos ha hecho posible estos años de éxito”.

Jesús Guridi: “… Son diez años de existencia del coro Cantores de Madrid, de fertil actividad musical, en las que las voces, inteligentemente dirigidas por José Perera, llegaron hasta nosotros dejando inolvidables recuerdos del mas amplio repertorio”.

Jose Luis Lloret: “…el calor emotivo no desvirtúa la justeza rítmica, obra de su entusiasmo y de la capacidad de José Perera”.

Muñoz Molleda: “… coro magnífico, sensible, con gran musicalidad gracias a la dirección de José Perera”.

Lola Rodriguez Aragón: “… punto a parte para su director José Perera, tan modesto como gran músico, mi gran colaborador en las tareas del Teatro de La Zarzuela, forjador también, del coro de dicho teatro”.

Pablo Sorozábal: “Los Cantores de Madrid, que tan acertadamente dirige José Perera, vinieron a llenar un hueco importante en la vida musical madrileña… en Madrid parecía que esta modalidad de la música nunca cuajaría, pero Perera con sus Cantores de Madrid, ha demostrado lo contrario”.

José Subirá: “Entre los numerosos y variados méritos de sus diez años de vida (década 1950 – 1960) se han apuntado los coros Cantores de Madrid, dirigidos por el maestro José Perera, pláceme resaltar aquellos que se granjearon al servicio de la música lírica nacional”.

Eduardo Toldrá: “Pocas cosas hay mas agradables que hacer un elogio a gusto y con sinceridad. Eso es lo que ocurre ahora refiriéndome a mis queridos Maestro Perera y coro de Cantores de Madrid, por su altura noble y ejemplar labor”.

Perera con sus Cantores de Madrid

No tenemos mas tiempo, se nos quedaron miles de cosas flotando y revolteando sobre nuestras cabezas. ¿Habrá una nueva ocasión para seguir escuchando al Maestro?

En Pozuelo sigue viviendo con su esposa, que también estuvo en su coro, e hija. Ha pasado mas de una hora, casi dos, viviendo el pasado del Maestro, recordando algunas de sus experiencias. Tengo que expresar mi proximidad a José Perera en muchos aspectos, especialmente bajo el punto de vista sentimental. En varios momentos de esta entrevista he creido estar hablando con mi padre.

Es un gran hombre, una persona honrada que está rodeado de amigos, como no podía ser de otra forma. ¡Gracias Maestro!

Salimos de la cafetería, cruzamos la calle, nos despedimos….el Maestro, con su cartera llena de recuerdos, con paso reposado y tranquilo regresa a su casa. Ha sido un encuentro para no olvidar.

Pedro Gómez Manzanares. Villaviciosa de Odón. Junio 2005

© Pedro Gómez Manzanares 2005

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