¿Quién dijo "crisis"? Pero si apenas se nota...

¿Quién dijo crisis? Esa palabra que anda en boca de todos de un par de años para acá está tan desgastada cuando tenemos que referirnos a las temporadas del Teatro de la Zarzuela, que casi no hace mella emplearla. Desde hace unos cuantos años las raquíticas programaciones líricas aquí exhibidas nos venían anticipando la depresión económica que ahora se ha hecho realidad, de manera que en este momento apenas se aprecia ningún cambio y casi parece que el yerro de sus gestores se torne en virtud.

Ironías aparte, la temporada que esta misma mañana se ha presentado en el foyer del teatro de la calle Jovellanos es la primera que va a experimentar un recorte presupuestario severo (un 12% según se ha anunciado), aunque se trata de un primer paso hasta alcanzar tras paulatinos aumentos una reducción del 36% para el curso 2012-2013. ¡Que Dios nos coja confesados para entonces! En ausencia (significativa) de Félix Palomero, director general del INAEM, Luis Olmos, director de la casa, ha adelantado que el objetivo es que esta reducción no afecte a la alta calidad de los montajes líricos que vertebran el curso, tanto en los aspectos materiales de la puesta en escena como en lo que a voces se refiere.

Cuatro producciones de zarzuela y una ópera en estreno absoluto hacen que esta temporada no sea menos lírica que las anteriores; el número de funciones no va a variar mucho con relación a la anterior (donde se alcanzó un record, tanto en número de noches en que se alzó el telón como en ocupación). La del soto del Parral inaugurará curso, con dirección escénica de Amelia Ochandiano, que tan gratos recuerdos nos trae por su montaje de Las bribonas, y orquestal de Rubén Gimeno; aunque la producción es nueva se van a reciclar los figurines que Pedro Moreno firmara para el montaje del año 2000. En Navidades se repondrá por tercera ocasión El niño judío dirigido por Jesús Castejón que siempre ha resultado muy aplaudido, contando con el concurso de los maestros Miguel Roa y Luis Remartínez en el foso.

El plato fuerte de la temporada lo constituirá el programa doble de zarzuelas isabelinas en un acto El estreno de una artista (de Gaztambide) y Gloria y peluca (de Barbieri); a su innegable interés por la recuperación absoluta del Gaztambide hay que sumar la dirección de escena de Ignacio García, de seguro llena de amor a ese repertorio romántico tan olvidado. Hay que añadir que ambas obras van a interpretarse conforme a nuevas ediciones del ICCMU, firmadas por Ramón Sobrino y Enrique Mejías García (nuestro brillante colaborador, quien además impartirá la conferencia sobre este programa doble; vaya desde estas líneas un emocionado reconocimiento a nuestro jovencísimo amigo por tamaño logro en tan breve lapso de su corta carrera como musicólogo). José Miguel Pérez Sierra y Santiago Serrate empuñarán las batutas en el mes largo de funciones de este programa que indagará el nexo entre ópera y zarzuela.

La última producción zarzuelística de la temporada será un nuevo montaje de Luisa Fernanda, con el que se despedirá del teatro Luis Olmos en lo que a labores de regia se refiere. Cristóbal Soler concertará a tres repartos de destacadas figuras (con la presencia estelar de Cristina Gallardo-Domàs entre otras muchas voces importantes). Olmos ha lanzado balones fuera cuando se le ha preguntado por qué no se reponía el montaje (según él un semi-stage) del Real en lugar de costear una nueva producción. Nosotros nos quedamos además con las ganas de preguntarle los motivos de elegir este título archiconocido y no otro Moreno Torroba igualmente interesante pero menos visto (habida cuenta que hace muy poco tiempo del aludido montaje en la Plaza de Oriente).

Integrado en el festival Óperadhoy, el estreno mundial de la ópera Yo, Dalí con música de Xavier Beguerel sobre libro de Jaime Salom (presente en la rueda de prensa y que ha relatado con pasión la génesis de la misma) cerrará el curso lírico. Miquel Ortega será el encargado de desentrañar la partitura y Xavier Albertí de dar forma al montaje.

Completan la temporada la presencia de tres compañías de danza (Corella Ballet Castilla y León, Compañía Nacional de Danza y Ballet Nacional de España), el ciclo de lied (XVII edición con ocho recitales), el ciclo de jóvenes intérpretes de piano (IX edición con cuatro recitales), la presencia del cantautor Joan Manuel Serrat (que con motivo del centenario del nacimiento de Miguel Hernández interpretará canciones sobre textos del poeta de Orihuela) y el ciclo de conferencias sobre las zarzuelas y óperas a representar (realizadas en colaboración de la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid).

Dos noticias muy relevantes son el anuncio definitivo de jubilación del maestro Roa (que dejará la titularidad del foso de la Zarzuela en agosto de 2010 tras la prórroga del actual curso) y la marcha de Luis Olmos como director del teatro (que lo abandonará en mayo o junio de 2011, a punto de anunciarse la siguiente temporada). Olmos será por tanto responsable mayoritario de la programación del siguiente curso. El INAEM, con su director al frente, tendrá que decidir qué persona se hará cargo de la dirección musical durante la interinidad del curso 2010/11 y sobre todo quién regirá el coliseo a partir del final de este próximo curso; es razonable pensar que ambos nombramientos deban estar coordinados como parte de un mismo proyecto artístico.

Ante las preguntas de este cronista, Olmos aclaró que no se ha resuelto todavía el escollo de los derechos de ejecutantes y demás participantes en las producciones exhibidas en el teatro de cara a su comercialización en CD o DVD. Al menos se está teniendo la previsión desde hace cosa de un año de grabar en calidad digital los montajes que se exhiben. Cuando el INAEM encuentre una solución a este escollo económico por fin podremos disfrutar de producciones tan aclamadas como la reciente de Los diamantes de la corona o la clásica de Los sobrinos del capitán Grant.

El aspecto en el que la crisis asoma más claramente es el capítulo de las giras; tan sólo Sevilla (la Francisquita visitará el Maestranza en primavera de 2011) y el Teatro Campoamor de Oviedo (con su Festival de Teatro Lírico Español, al que se llevarán cuatro montajes de la Zarzuela, entre ellos el de La chulapona dirigido por Gerardo Malla y que además coproduce el programa doble de Gaztambide y Barbieri) tendrán este año el "privilegio" de ver desplazadas las huestes de Jovellanos a sus tablas. El ya ausente el año pasado ciclo de conciertos líricos sigue desaparecido a pesar de los rumores que nos llegaron y que nos hacían soñar con un enriquecimiento de la siempre corta temporada con la recuperación de repertorio olvidado.

Ahora que va a producirse un relevo en los pilotos de la nave nos permitimos hacer una sugerencia: La coproducción o el intercambio de montajes con teatros cómico-líricos europeos es una obligación impostergable que garantizaría un importante abaratamiento en los costes de producción a la par que permitiría traer repertorio extranjero afín a la zarzuela y exportar nuestro repertorio entre aficiones que de seguro lo apreciarían. Una English National Opera londinense, un Châtelet o una Opéra-Comique parisinos, una Komische Oper berlinesa o una Volksoper vienesa, por citar sólo los más conocidos centros de producción de opereta en Europa, podrían proporcionar montajes de su repertorio que convenientemente versionados al castellano harían las delicias de un público ávido de novedades a la par que recibirían con los brazos abiertos las mejores zarzuelas traducidas al inglés, al francés o al alemán. ¿Tan utópica resulta esta idea cuando el proyecto paneuropeo es una realidad tangible en tantos otros aspectos de nuestra vida?

© Ignacio Jassa Haro 2010

programación del Teatro de la Zarzuela
portada de zarzuela.net

1/VII/2010